Nunca se fue

“Se fugó del psiquiátrico de mi obra los Renglones Torcidos de Dios, ofrezco una disculpa a todos los mexicanos ”

Torcuato Luca de Tena

Para Seritania

“Cuando el río suena es porque agua lleva”, reza el refrán popular, así Andrés Manuel López Obrador, presidente vitalicio de México; nunca se fue, sigue tan o más presente que antes de entregar la banda presidencial, la negativa de Claudia Sheinbaum de acatar un mandato judicial lo confirma.

“A mí no me vengan con que la ley es la ley”, Claudia Sheinbaum replicó la máxima del presidente de facto, de su amo. Sin necesidad de concluir con la reforma al Poder Judicial de la Federación, con una declaración de 15 segundo, acabó con el estado de Derecho en México.

La presidenta Claudia Sheinbaum se negó a acatar la resolución de la jueza Nancy Juárez Salas, quien le ordenó eliminar la reforma al Poder Judicial del Diario Oficial de la Federación y además, la acusó de actuar por encima de su función, además de amenazarla con ordenar investigarla.

El jueves, la jueza Nancy Juárez Salas, titular del Juzgado Décimo Noveno de Distrito en el Estado de Veracruz, ordenó a la presidenta eliminar el decreto de la reforma judicial en un plazo de 24 horas. En su resolución la jueza señaló que, de no cumplirse la orden, se daría vista al Ministerio Público para que le imponga una pena de tres a nueve años de prisión, así como la destitución o inhabilitación de su cargo. 

“La juez no tiene ninguna atribución para solicitar que se retire del Diario Oficial de la Federación esta publicación. Primero porque no tiene atribución, porque una juez no está por encima del pueblo; segundo porque jurídicamente no tiene ningún sustento lo que está haciendo y tercero porque es el Poder Legislativo quien ordenó al entonces presidente Andrés Manuel López obrador hacer la publicación”, sentenció. 

Qué sigue. El fin de la propiedad privada; expropiación de inmuebles y predios; estatización de industrias estratégicas, de la educación; el fin de la libertad de expresión; legalización de la represión militar y desparecidos por motivos políticos; la desaparición de los órganos autónomos; éxodo de capitales; el fin del TEC-MEC; fin de los sindicatos de la burocracia y de la IP; aislamiento de la comunidad internacional (occidental); 130 millones de mexicanos indefensos ante el poder omnipotente del Estado, y todo aquello que se le ocurra al esquizofrénico inquilino de Palacio Nacional que nunca se fue.

Llegó la dictadura