A los ministros, magistrados, jueces y trabajadores del Poder Judicial 

Anuncian otra reforma constitucional y otro agravio al Estado constitucional, a los derechos fundamentales y al sentido común. Parece un acto desesperado: Lic. Diego Valadés.

La prisa de los legisladores oficialistas para aprobar las leyes del plan “C” es un mensaje claro de que el nuevo gobierno seguirá de frente por donde puso las marcas el gobierno anterior, no se modificará una coma, sólo se acatarán las órdenes de quien sigue gobernando el país.

Entre insultos y amenazas la vicepresidenta Claudia Sheinbaum, y los legisladores Adán Augusto López y Ricardo Monreal, coordinadores de las bancadas de Morena en el Senado de la República y Cámara de Diputados respectivamente, anuncian nueva reforma constitucional para evitar someter la reforma judicial al escrutinio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. 

En una enésima declaración “correctiva” a sus iniciativas de reforma, el senador Adán Augusto López aseguró en entrevista con Ciro Gómez Leyva, que Morena retirará la propuesta de modificación al artículo primero constitucional respecto al control de convencionalidad.

No es suficiente que se retire solo el control de convencionalidad; esta propuesta de reforma constitucional debe ser retirada por completo. De lo contrario, el país retrocederá gravemente en la protección de los derechos humanos y en la defensa de los principios fundamentales constitucionales, opinó Francisco abogado y catedrático en Derecho Constitucional.

Uno de los objetivos torales de la reformar el Poder Judicial, es evitar que los jueces paralicen obras estratégicas, diría, multimillonarios negocios del presidente y sus hijos. 

La vicepresidenta sigue el guión escrito por Andrés Manuel López obrador presidente de facto, en el que endosa al pueblo de México la exigencia de reformar al Poder Judicial, cuando en realidad, los 36 millones de votantes lo hicieron en apoyo a los programas sociales que les garantizan la entrega de recursos extras a su precaria economía por lo menos un sexenio más.

Inexplicable el apoyo de sectores productivos al gobierno de la vicepresidenta. Los empresarios, exceptuando a Carlos Slim y socios,  después de aplaudir a Claudia Sheinbaum, adoptan el “síndrome del avestruz” creyendo que ellos, sus empresas y dineros estarán a salvo por apoyar a la vicepresidenta; craso error, este gobierno recargado en la ideología comunista pasará por encima de todos sin distingo alguno.    

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