Si nos dejan…

“Es peligroso tener razón cuando el gobierno está equivocado ”

Voltaire

A mi amigo el padre Goyo de Apatzingán, Michoacán 

El secuestro de 16 comerciantes del estado de Guerrero y la aparición de 11 cadáveres desmembrados, incluyendo dos niños, no tuvo un enérgico repudio por parte de Evelyn Salgado gobernadora de Guerrero, sino una kafkiana celebración en un dueto a voces con Jorge Muñiz cantando “Si nos dejan”, de José Alfredo Jiménez.

Una gran indignación recorrió el país, no solo por el secuestro y asesinato de los comerciantes, que su único delito fue trabajar, sino por la frivolidad de la gobernadora de Guerrero, que en el momento que cantaba en un evento público con Jorge Muñiz, los sicarios tiraban los cuerpos desmembrados de 11 de los 16 comerciantes de Chautipan, Guerrero.

Habrá que reconocer que los ciudadanos somos corresponsables, sí, corresponsables por depositar nuestra confianza en los candidatos de los mal llamados partidos opositores al oficialismo. 

Como cada tres, seis años, PAN, PRI y PRD eligen los perores candidatos: familiares, compadres, comadres, concubinas y concubinos, y desde la comodidad del primer lugar de las candidaturas plurinominales, se convierten en patéticos defensores de los ciudadanos, no sin antes haber asegurado seguir mamando del erario y por supuesto impunidad.

Los tres dirigentes nacionales de los partidos opositores son directamente responsables de haber permitido la continuidad del obradorato, toda vez que hasta el último año previo a la elección “trabajaron” y definieron las listas de candidatos, y las alianzas que sirvieron para engullirse miles de millones de pesos.

No sólo son Andrés Manuel, Claudia, Evelyn, Luisa, Marcelo, Ricardo, Adán o cualquiera de los miserables de la Cuarta Transformación, son ustedes, los dirigentes nacionales de PRI, PAN y PRD, los directamente responsables de la destrucción de México, y que permitieron que López Obrador llegara a la Presidencia de la República.  

Señor, a estas lacras quítales el don de la reproducción… Amén