¡Chinguen a su madre! qué manera de destruir el país

“Se hace el muerto, como algunos animales, para que no lo maten ”

José Fouché

Escondido como roedor ante el desmadre en que ha dejado al país, comienza a resentir la resaca de su borrachera de poder, de corrupción, de crímenes, mientras su empleada no atina a siquiera a conservar por minutos la agenda nacional, mucho menos detener la escalada de violencia generalizada en todo el país. 

Por sino fuera suficiente, el ejército ha sido convertido en escuadrones de la muerte. Personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) disparó contra los ocupantes de una camioneta tipo plataforma para detenerlos, agredió a un adolescente y a una madre de familia, y asesinó a golpes a un hombre enfermo, declararon tres sobrevivientes ante la Fiscalía General de la República, publico La Jornada, el diario de Morena.

No es sólo la opinión pública nacional la que exige un alto a la destrucción del país-con excepción de los millones de beneficiarios de los programas sociales-sino también la comunidad internacional ha encendido focos rojos ante la militarización del país, del genocidio a manos del narco, y la empatía del gobierno de México con la dictadura cubana. 

El consejo editorial del Wall Street Journal (WSJ), uno de los diarios de referencia para el mundo financiero de Estados Unidos, se lanzó hoy contra la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, a la que calificó como “una izquierdista que trata de solidificar un gobierno de partido único” por su impulso a la reforma al Poder Judicial de la Federación y, sobre todo, por la entrega de petróleo a Cuba.

Están destruyendo a México como deporte nacional; extasiados por un generoso erario que les proporciona autos de alta gama, blindados con choferes, joyas, prendas de diseñador, viajes en aeronaves privadas, y militares, consumo de drogas sin delito, concubinas, concubinos, aplauden, se mofan cuando ver caer como edificios dinamitados de cada Poder, institución y organismos autónomos, ignorantes que cuando el futuro alcance a su descendencia serán las próximas víctimas.

La doméstica no sabe mentir, y cuando lo hace se exhibe; se pasea por el país en espacios controlados y con asistentes ad hoc; a pesar de su conocimiento del inglés, su inexperiencia la hizo ver en el G 20 como vendedora de productos milagro de alguna estación del sistema colectivo Metro, que ingenuamente cree que confiscando millonarios cargamentos de droga “puestos” por los cárteles para bajar la presión, el gobierno de EE UU se tragará el anzuelo.

Renaceremos de las cenizas como el ave Fénix