¿Le hacemos caso al gobierno?

“Los bolsillos de los gobernantes deben ser de cristal ”

Enrique Tierno Galván

Obras millonarias, permisos inexistentes y un patrimonio en peligro.

Por Carlos Pavón Campos.- Todo mal, así de simple. Los zacatecanos volveremos a sufrir el abuso de los gobernantes y gobiernos que no piensan en sus ciudadanos, sino que hacen las cosas a su antojo y conveniencia. Cátedra de esto la está dando la Cuatro T. Esos que decían que eran distintos y que "primero los pobres"; pues en Zacatecas, ni uno ni lo otro.

Resulta que el Gobierno estatal anunció la construcción de un segundo piso en la capital, una obra millonaria que no hace falta, que no se consultó a la ciudadanía y que, más bien, parece tener tintes de negocio o capricho.

Las irregularidades de esta obra no solo se dan en los costos. El colmo es que no cuenta con un solo permiso del gobierno municipal; es decir, están operando en total ilegalidad.

La semana pasada, el presidente municipal de Zacatecas, Miguel Varela, mostró su inconformidad por la ausencia de permisos para iniciar esta obra y la clausuró. Sin embargo, en cuestión de horas, un juez del Tribunal Estatal de Justicia Administrativa otorgó el permiso para que la obra continúe, cayendo una vez más en la ilegalidad y en un total abuso de poder.

No fuera alguien que va a reparar o remodelar su casa, alguien que juntó un dinero y quiere construir un cuarto porque en menos de 24 horas ya están los inspectores exigiendo innumerables permisos o si no, dicen, pidiendo miles de pesos de mordidas y extorsiones. Pero al Gobierno, siempre impune. 

Ahora me pregunto, ¿Si el propio Gobierno no cumple con las leyes, si las viola a los ojos de todos, entonces los ciudadanos podemos hacer lo mismo?, ¿Por qué nosotros sí debemos pagar impuestos?, ¿Por qué sacar permisos para una remodelación o construcción? 

El Gobierno olvida que es pagado por el pueblo, que debe rendir cuentas y que también tiene obligaciones que cumplir. Pero sí ni eso entendemos, estamos jodidos.

La obra, ya calificada como el “fraude del siglo”, tendrá un costo inicial de 3 mil 662 millones de pesos y una longitud de más de 3 kilómetros. Y como suele pasar, conforme avance el proyecto, el presupuesto seguramente se ajustará al alza.

Por otro lado, se asegura que la constructora encargada del proyecto es de Villahermosa, Tabasco, elegida por adjudicación directa. ¿Por qué no permitir una licitación limpia, donde los zacatecanos puedan participar? ¿Por qué no dar oportunidad a los empresarios locales que durante años han generado empleo en nuestra tierra?

Insisto: todo mal. Y ahí viene la cereza del pastel. Resulta que la mega obra de este Gobierno no solo carece de permisos, sino que también de estudios técnicos. Esta obra está planificada para atravesar la capital, amenazando con poner en riesgo nuestra zona clasificada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

Por otra parte, el Instituto Nacional de Antropología e Historia también ha advertido de los riesgos que esta construcción representa para el Centro Histórico de Zacatecas, un patrimonio de todos los zacatecanos y mexicanos.

Sin duda, el Gobierno debería enfocarse en tapar los baches.  Sólo en julio pasado, el 80% de los zacatecanos aseguraron que el principal problema de sus ciudades es la enorme cantidad de baches en calles y avenidas, según datos del INEGI.

Los zacatecanos no merecemos este tipo de gobiernos que tiran los impuestos, que no se preocupan por las necesidades de la gente, que se mueven entre la falta de transparencia y la tranza. 

No necesitamos tirar el dinero en miles de metros de asfalto, sino que necesitamos invertir en: medicamentos, hospitales, alumbrado público, parques e infinidad de carencias que tenemos. Pero créanme, un segundo piso no es ni debería ser prioridad para nadie. 

Es hora de que exijamos respeto, responsabilidad y resultados. Porque, al final del día, Zacatecas no necesita monumentos a la corrupción, necesita soluciones reales.

¡Basta ya de creer que el pueblo no se cansa de que le vean la cara!