A Enriqueta mi madre 

Le cayó como anillo al dedo a Donald Trump, que México sea el país más peligroso y violento del mundo sin una guerra regular en 2024. La iniciativa ACLED aclaró que registra "una guerra civil de cárteles" de la droga y sostuvo que dicha nación atraviesa por un periodo de "continua violencia" por motivos políticos tras las elecciones presidenciales.

López Obrador desesperado, acorralado, alimenta desde Palacio Nacional la llama de la insurrección del narco; sabe que el pueblo bueno y sabio se alejará del gobierno transexenal de la Cuarta Transformación, ante las masacres entre los cárteles, daños colaterales, policías y militares asesinados, por haber abandonado la política de “abrazos y no balazos” que impulsó durante su sexenio constitucional.

López Obrador hizo llegar una orden al Senado de la República redactado en términos del marxismo más puro, ortodoxo, seguramente escrito por Rafael Barajas “El Fisgón”, en el que plantea los riesgos (para él y su familia), de la confrontación contra los cárteles, además de desautorizar operaciones tales como “enjambre” que saca a la luz el narcogobierno de su administración en su primer sexenio.

“El planteamiento ideológico de la Cuarta Transformación con respecto al combate a la violencia, versa en trono a un tratamiento social, atendiendo las causas que que originan la violencia, y en particular una atención a las y los jóvenes para desincentivar la la captación de estos en el crimen organizado”. 

“La realización de operativos que que prioricen el uso el de la violencia en contra de los cárteles representaría una contradicción con la retórica que se ha planteado desde el sexenio pasado, posibilitando la creación de un distanciamiento con la sociedad y el gobierno federal”. 

En este párrafo López Obrador reconoce la necesidad de tener cerca a la sociedad (léase pueblo bueno y sabio), como indispensable blindaje contra cualquier atentando de los Estados Unidos en contra suya y de su familia, así como la necesaria cercanía y el apoyo de los cárteles. 

“Distintos grupos, alentados por la narrativa de la oposición, podrían realizar movimientos sociales que recriminen la existencia de elementos militares extranjeros dentro del territorio; pudiendo suscitarse revueltas o levantamientos en armas en ciertos territorios”

El pánico de López Obrador está fundamentado. Así se despidió el ex embajador de los Estados Unidos de México: “Con todo respeto al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, en México hay y se produce fentanilo; lo importante no es eso, ese debate no nos llevará a donde tenemos que llegar…” 

Lo que calló Ken Salazar: Familia fresnillense en lista de espera de la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA).

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