A mi madre y a todas las que están atravesando por problemas de salud 

Las organizaciones mexicanas de narcotráfico, los principales traficantes de fentanilo del mundo, operan sin obstáculos debido a una relación intolerable con el gobierno de México. Gobierno de los Estados Unidos

López Obrador y su caballo de Troya la Cuarta Transformación, durante los últimos 7 años saqueó las arcas públicas; intentó justificar obras costosísimas e inservibles para seguir robando; destruyó los órganos de transparencia para obtener opacidad; el Poder Judicial para conseguir impunidad y extorsionó con miles de millones de dólares al Cártel de Sinaloa; hoy, la presidenta gime y llora por la respuesta del gobierno de Donald Trump. 

López Obrador, sus hijos, familia, así como sus cómplices en las entidades federativas, en los municipios en el Poder Legislativo, incluso algunos empresarios, creyeron que la impunidad que ofreció el “mesías tropical” por lo menos en el país sería eterna, se equivocaron rotundamente, con una orden de Donald Trump los entregarán o vendrán por ellos.

Donald Trump ya lo demostró, los conducirá al “infierno” a todos aquellos que han participado en la protección, fabricación y exportación de fentanilo a los Estados Unidos, que ha ocasionado la muerte a más de 300 mil de estadounidenses sólo en el 2024. No habrá poder humano que lo pueda frenar, mucho menos los 30 millones de mantenidos con nuestros impuestos “cerrando” filas con la presidenta.

Gobernadores de Tamaulipas, Guerrero, Sinaloa, Michoacán, Sonora, Zacatecas, Colima y Baja California entre otros, están en la lista de espera del Departamento de Justicia y de la DEA de los Estados Unidos, de igual forma, centenas de alcaldes principalmente de Morena, líderes parlamentarios y sinnúmero de legisladores de ambas cámaras corren la misma suerte que los 29 expulsados, y por supuesto, Andrés Manuel López Obrador, hijos y familia.

Los mexicanos pagaremos el precio de un narcogobierno como es conocido México mundialmente; ni siquiera Colombia en tiempos de Pablo Escobar fue calificada de esta forma por parte del gobierno de los Estados Unidos; tan mala fama tiene México, que en un país de Europa, un joven mexicano que cursó una especialidad le preguntaron: ¿Eres mexicano? respondió sí, ah! entonces tu familia es narcotraficante; para evitar mayor billing les respondió: “si me molestan terminarán en pedacitos a una bolsa”.

Lo advertí y rieron, ahora lloran…