Por Carlos Pavón Campos.- Nunca había visto a un gobierno trabajar tan fuerte, pero en contra de los ciudadanos. Y vaya que salieron buenos para la maña; bajo el pretexto de que los de antes, eran peores, los morenistas se han despachado con la cuchara grande, no solo en lo económico, sino que se han vuelto especialistas en absolver de cualquier delito a sus aliados, amigos, compadres y, por supuesto, a políticos corruptos y deshonestos.

Irónicamente, en el primer gobierno encabezado por una mujer, donde se creó la Secretaría de las Mujeres, la Pensión Mujeres Bienestar y donde se ha repartido propaganda llamada la Cartilla de Derechos de las Mujeres, entre otras acciones en favor y respeto a ellas, 291 diputados de Morena y del Partido Revolucionario Institucional votaron para defender a Cuauhtémoc Blanco y desechar el desafuero por violación en grado de tentativa a su media hermana.

¿Para qué tanta supuesta defensa a la mujer? ¿Para qué los anuncios? ¿Para qué los esfuerzos de la presidenta Claudia Sheinbaum, cuando su partido y sus legisladores demuestran que el machismo es más fuerte que sus discursos y acciones? 

Tristemente demostraron que los derechos de la mujer no existen cuando se trata de amigos y protegidos de Morena; por otra parte, hacen de la ley como se les viene en gana. ¿Cómo habrá estado la línea que hasta llegaron a un acuerdo con el PRI para proteger al exfutbolista? ¿Será porque Alejandro Moreno “Alito” presidente nacional del PRI está formado en segundo lugar en la Comisión Instructora para someterlo a juicio político?

¿Que ellos eran diferentes? Sí, en eso fueron sinceros: resultaron ser más cínicos y mucho más desleales. A nadie se nos olvida que los legisladores también unieron fuerzas para favorecerse y, literalmente, para mandar mal rancho de López Obrador la iniciativa de la presidenta Sheinbaum contra el nepotismo. 

La propuesta de la presidenta estaba pensada para ser puesta en vigor en 2027, pero su propio partido decidió aplazarla hasta 2030. Así que los morenistas prefirieron dejar sola a la mandataria y seguir metiendo o heredando el poder a hijos, hermanos, primos, padres, cuanta parentela y hasta concubinas. De eso sabemos muy bien los zacatecanos: un solo apellido para infinidad de huesos políticos.

Uno de los ejemplos más señalados de las complicidades de Morena y de las alianzas corruptas es la del Napillo, quien, por una parte, ha sido uno de los principales agresores a la clase trabajadora, votando y promoviendo cuanta iniciativa va en nuestra contra, y, por otra parte, pudo regresar a México tras 10 años de haber escapado de la justicia después de robar 55 millones de dólares, equivalentes a mil millones de peso, a los mineros sin ser perseguido u obligado a regresar ese dinero. 

Morena tiene un abanico de complicidades y de protegidos que se han distinguido por encubrir a funcionarios que han hecho mal uso de los recursos con obras faraónicas que no sirven para nada más que para dilapidar dinero, y seguir impresionando a los que no quieren ver la realidad o a los que se conforman con una beca, un apoyo que no alcanza para cubrir todas las necesidades más básicas que nos está recetando el sistema.

Tan distintos salieron que hoy enfrentan una gran deuda con la sociedad mexicana. El caso Teuchitán ha superado por mucho cualquier “verdad histórica”: 200 pares de zapatos encontrados en un rancho clandestino para ellos no son nada. Carecemos de medicamentos, seguridad, infraestructura, medios de transporte, alumbrado, carreteras y demás servicios. Como dicen los jóvenes “la situación está de la chingada”. 

Mexicanos, es momento de tomar conciencia de quiénes y cómo nos están gobernando. Pensemos en nuestras familias y en las futuras generaciones. Estoy seguro de que todos queremos el resurgimiento de nuestro país.