A mis amigos por su apoyo a la libertad de expresión, a mis enemigos mi desprecio por su obsesión 

El gobierno y la fauna política juegan “al gato y al raton” con los periodistas. “No hemos tenido asesinatos de periodistas más allá de lo que las circunstancias han ocasionado”: López Obrador.

En México, los periodistas enfrentan una grave situación de violencia y amenaza que compromete su seguridad y la libertad de expresión. El número de agresiones ha aumentado considerablemente en los últimos años, y México es considerado uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo. 

Mientras los periodistas no cuestionemos las fortunas, corrupción y crímenes de los políticos, cada día 7 de junio Día de la Libertad de Expresión nos consideran “amigos”, al siguiente día sus enemigos; desde el poder presionan, amenazan, acosan, ordenan el cese de familiares en el gobierno y exigen a empresarios hacer lo mismo, pretendiendo llevarnos a la miseria, a la mendicidad. 

Los periodistas que cuestionamos al poder, estamos hartos, hasta la madre de amenazas: “vámonos respetando, sobre aviso no hay engaño” (Geovanna Bañuelos de la Torre PT), hartos de ver cómo nos obligan a la autocensura como “seguro” de vida, o al desplazamiento de nuestros lugares de origen. De seguir así sólo nos quedará auto exiliarnos en el extranjero, lejos de el largo brazo de los narcopolíitcos de Morena y aliados.

Por sino fuera suficiente, gobernantes metidos a la delincuencia organizada en cualquiera de sus modalidades (Zacatecas, Sinaloa, Sonora, Guerrero, y 26 más, todos de Morena), han acudido a los cárteles para silenciar a los periodistas incómodos o han creado sus propios cárteles, como brazo armado de sus administraciones, además de redituar millonarias utilidades en dólares americanos.

Lo que más les encabrona y preocupa, es que la información que nos llega de fuentes locales y extrajeras sobre sus ilícitos, es fidedigna y temen que las publicaciones de sus crímenes atraiga aún más la atención de agencias de los Estados Unidos que los incluyan en sus listas de personas de su “interés”, terminen extraditados y en cárceles norteamericanas.

A nuestros represores ¡Chinguen a su madre! aunque sean huérfanos…