Tiene razón el columnista Raymundo Riva Palacio, para el gobierno de Donald Trump el gobierno de México es como la prostitución “un mal necesario” y tal cual proxeneta, trata a la encargada del despacho presidencial a través de funcionarios menores que hacen su papel de pasar a recoger la cuota e informarle cómo ordena el “chulo” (padrote) que obedezca.

Donald Trump dueño temporal del burdel geopolítico, establece cuotas exorbitantes a sus socios, más que socios, los trata como sus prostitutas; en este esquema de control y sumisión política. La presidentA actúa como interlocutora entre el gobierno de los Estados Unidos y López Obrador, continuando con papel de Titina del guiñol de Macuspana, Tab. 

El mayor problema que enfrenta la presidentA, es la obcecada, pero compresible negativa de tocar siquiera con el pétalo de una rosa a los narcopolíitcos que siguen dando cobijo y también extorsionan a todas las organizaciones criminales con el pago del "derecho de piso”; es vox populi que López Obrador, como los Monreal, Villarreal, Delgado, etc., son objetivos prioritarios del gobierno de Donald Trump.

El gobierno de la presidentA niega la narcopolítica en su gobierno, mientras sale a la superficie a tomar bocanadas de aire ante la constante asfixia del mayor socio comercial de México; una señal inequívoca, es la orden presidencial del 9 de junio del 2025 para que Fiscalía de EU dé prioridad a investigaciones del pago de sobornos de cárteles de droga a funcionarios en el extranjero y redes de empresas, y actúe en consecuencia.

México, su gobierno y más de 120 millones de mexicanos, terminaremos sometidos a la explotación del gobierno de Donal Trump. El único beneficio que traerá consigo ser la prostituta número 1 del burdel, será la extracción quirúrgica o abierta de los tumores cancerígenos que se enquistaron en el tejido social que gangrenan las entrañas de lo que fue un gran país, y que que desde el 2018 lo mantienen en terapia intensiva.

¿Coordinación sin subordinación?