Morena el cáncer de México

“La idiotez es una enfermedad extraordinaria, no es el enfermo el que sufre por ella, sino los demás ”

Voltaire

Morena es conjunto de enfermedades donde células anormales se multiplican sin control, invaden tejidos cercanos e incluso pueden diseminarse a otras partes del cuerpo a través del torrente sanguíneo o el sistema linfático. 

Desde la infección de la primera célula, el contagio fue inmediato, generando la destrucción de las arterias y vasos comunicantes de un país fuerte; destruyó los tejidos que lo mantuvieron sano durante muchos años; eliminaron su ingesta de proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas, minerales y agua para debilitarlo, envejecerlo prematuramente hasta convertirlo en un país vetusto.

A pesar que se detectó a tiempo, el “medico” lo dejó crecer congruente a sus antecedentes de malas prácticas y sumó a su equipo médico a los más desprestigiados del gremio. Ante el evidente deterioro de lo que fue un país sano, pseudo oncólogos, internistas e improvisados galenos, se prestaron para ocultar el mortal padecimiento optando por evitar combatirlo y sacar provecho de su condición.

Por sino fuera suficiente, dejaron colapsar su sistema inmunitario, alimentado con largas dosis de demagogia, por parte del equipo médico y también de sus críticos que permitieron la libre reproducción de las células cancerosas, debilitándolo aún más, mientras el fresco rostro de una nación con una historia de resistencias a perores males, denotaba un agotamiento, pero sobre todo, reflejaba un estado de emergencia que se debía atender. 

El resentido médico tratante que ha atendido al país durante los últimos 7 años, se ha encargado de evitar cualquier tratamiento no digamos preventivo, sino correctivo contra el cáncer llamado Morena, al contrario, lo sigue alimentado evitando quimioterapias y radiaciones, cáncer que sigue carcomiendo las escasas células sanas hasta que el país pueda sobrevivir con mínimas raciones de alimentos, para habituarlo a una transformada desnutrición.

Hoy el país se inunda entre hemorragias “colaterales” y prácticas criminales, que lo han llevado a una condición anémica, para que pueda conservarse con mínimas porciones de alimentos, para restarle cualquier posibilidad de recuperar la salud; hoy lo mantienen “vivo” sólo como un multimillonario negocio. 

El cáncer mata, los corruptos también