La orden salió de Bucareli, sí, del despacho de Alfonso Navarrete Prida en el antiguo Palacio de Covián, y con claros destinatarios: La bancada de diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y envalentonados aliados del PVEM, para evitar que la Cámara de Diputados diera luz verde a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) para proceder penalmente contra aquellos que avalaron el contrato Odebrecht-Pemex para la venta de etano. 

Morena y los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD), Encuentro Social (PES) y Movimiento Ciudadano (MC) exigieron que la ASF, que depende del Poder Legislativo, sancionara a los funcionarios de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y de Petróleos Mexicanos (Pemex) por haber firmado un contrato para la venta de etano al consorcio Braskem-Idesa, la segunda filial de Odebrecht, publicó Proceso en su portal.

La rampante corrupción que se convirtió en el sello de la casa del gobierno de Enrique Peña Nieto, hoy se revierte como un bumerán que amenaza a los miles de beneficiarios con decapitarlos, y enviar sus restos a una fosa común, quizás allá cerca de los Ceferesos de La Palma y del Rincón.

El pánico inunda las habitaciones de Peña Nieto, las de secretarios de Estado, contratistas y prestadores de servicios al servicio el gobierno (léase cómplices), en las que el insomnio hace presas fáciles a aquellos bien informados y cercanos al aún inquilino de la Residencia Oficial de Los Pinos, los que acuden a instituciones, despachos penalistas y fiscales para tratar de salvar y/o enmendar los excesos, mientras los demás, confiados, siguen haciendo “negocios” como si nada pasara.

A pesar que las luces ámbar y posteriormente rojas se encendían en todo lo alto del monte Sinaí, los pecadores-en términos morenos-siguieron de frente sin importar las santas señales, siempre confiados en que no había necesidad de cerrar la puerta del lodazal, pues habían repartido lo suficiente en los poderosos personajes, los que ahora en pánico gritan: 

¡Cierren la puerta por lo que más quieran!

DOSSIER 

La Dirección de la Policía de Seguridad Vial ladrones con uniforme.- Esta denuncia tiene nombre y apellido por si acaso el titular Osvaldo Caldera Murillo y/o mandos medios se sienten ofendidos por esta nota, pues nuestra experiencia nos indica que en un 90% de las denuncias, chillan y juran por las siete vírgenes que están limpios de pecado.

Por citar solo un ejemplo, en constantes recorridos que hemos realizado por el boulevard López Portillo, que atraviesa desde el municipio de Guadalupe, hasta la salida a la carretera a Fresnillo, flamantes camionetas Ford Lobo modelo 2018, acondicionadas como patrullas, recorren y/o acechan a transportistas, automovilistas foráneos, pero sobre todo, humildes campesinos con viejos vehículos extranjeros y nacionales, para extorsionarlos.

Mientras tanto, la Secretaría de Seguridad Pública, la Subsecretaría de Transporte Público, y la Secretaría de al Función Pública permiten, toleran y quizás hasta encumbren a estos delincuentes que se suman a los convencionales, y organizados, pues finalmente eso es lo que son delincuentes.

A ver si la Lic. Faviola Gilda Torres Secretaria General de Gobierno tiene tiempo en tomar nota en el tema, y exigir a los titulares de estas dependencias hagan su trabajo, y no solo cobren por simular. 

Ni porque estamos en elecciones les cae el 20…