López Obrador regresa a las amenazas, sabe que no ganará…
Un traidor es un hombre que dejó su partido para inscribirse en otro. Un convertido es un traidor que abandonó su partido para inscribirse en el nuestro.
Georges Clemenceau
I de II partes.- Una vez más el mesiánico aspirante a la Presidencia de México, amenaza: “Si hay fraude se soltará un tigre y no voy a detenerlo”, afirmó López Obrador durante su participación en la 81 Convención Bancaria realizada en el puerto de Acapulco, según nota del portal Sin Embargo.
Cuestionado sobre si respetará el resultado electoral, López Obrador dijo que sí, pero advirtió que en caso de fraude se soltará un “tigre” y él no detendrá a la gente, por lo que pidió al Presidente garantizar que las elecciones sean limpias.
“Yo tengo dos caminos después del 1 de julio: Palacio Nacional o Palenque, Chiapas. Si hay fraude entonces sí se soltará un tigre y no voy a detenerlo. Deseo con toda mi alma que las elecciones sean libres y limpias y que sea el pueblo el que decida quién será el próximo Presidente”.
Hablemos del “tigre” con el que amenaza López Obrador. El 30 de julio de 2006, tras conocer los resultados desfavorables de la elección presidencial que daba el triunfo a Felipe Calderón, el ahora líder de Morena convocó a sus simpatizantes a que se quedaran en Paseo de la Reforma hasta que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación calificara la elección, exigiendo el famoso "voto por voto, casilla por casilla" que nunca llegó.
El plantón duró meses y las molestias ciudadanas y de empresarios por el cierre de calles y algunos negocios no se hicieron esperar. Además, sus adversarios descalificaron al líder tabasqueño por no saber perder ni aceptar los resultados oficiales. "Pagamos un precio altísimo porque nuestros adversarios utilizaron esto como una campaña terrible de desprestigio", reconoció Andrés Manuel seis años después.
La verdad fue que la movilización de aproximadamente 10 mil huestes de las tribus capitalinas del Partido de la Revolución Democrática (PRD), que se relevaban cada 12 horas, no fue pagada por el tabasqueño, la pagamos nosotros, los ciudadanos con nuestros impuestos, a través de las prerrogativas al PRD.
Tras el plantón que Andrés Manuel López Obrador instaló en el Paseo de la Reforma, luego de alegar un fraude en la elección presidencial de 2006, el PRD se quedó con una deuda de 250 millones de pesos que, luego de diez años sin poderla pagar, ha crecido hasta llegar a los 500 millones de pesos.
El campamento instalado a lo largo de Paseo de la Reforma no tuvo las características de los movimientos sociales o de resistencia civil a que estábamos acostumbrados. No había sobre Reforma techos improvisados de plástico o lonas rotas, ni casas de campaña maltrechas, ni aparatos de sonido viejos e inservibles, como en los plantones que se sostienen del boteo. En el plantón de López Obrador había decenas de carpas en perfecto estado, montadas en forma ordenada a lo largo de la avenida y en el cuartel principal del movimiento, en el Zócalo.
Había también decenas de pantallas de plasma, aparatos de sonido en perfecto estado, computadoras y vallas de seguridad como las que se utilizan en eventos masivos. Quien negoció la contratación de los servicios para la instalación del plantón de Reforma fue Octavio Romero Oropeza, quien había sido oficial mayor durante la gestión de López Obrador en el GDF. Romero Oropeza se comprometió con la empresa a que el PRD pagaría por el servicio con las prerrogativas que este partido recibe del IFE, es decir, con recursos generados por nuestros impuestos.
Irán Moreno, secretario de Asuntos Internacionales del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, dijo a El Financiero que “hemos perdido casi todos los juicios que han interpuesto los proveedores y ahora no nos ha quedado más remedio que empezar a pagarles, pero en todos los casos hemos negociado con ellos para darles el dinero que se les adeuda por cada factura y un poco más; es decir, no les podemos dar todo el dinero que les adeudamos por intereses y ellos nos dicen que de lo perdido, pues
lo que aparezca”.
De estos adeudos da cuenta la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la sentencia del jueves 1 del 2013, emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que obliga al PRD a pagar una de deuda de poco más de 25 millones de pesos.
De inicio el “tigre” con el que amenaza López Obrador, no rebasa los 20 mil simpatizantes pagados con recursos públicos en la Ciudad de México, que su movilización y plantones permanentes ahora nos costarían aproximadamente unos 750 millones de pesos, que obviamente saldrán de nuestros bolsillos vía prerrogativas del INE al partido político Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), propiedad de López Obrador.
Al Estado Mexicano ya olvidó cómo se utiliza la información…
DOSSIER
El “gordo” Roberto Luévano Ruiz, con todo y contra todos.- El exdiputado local en la LX Legislatura del Estado de Zacatecas, secretario del Ayuntamiento del Municipio de Zacatecas, con Cuauhtémoc Calderón Galván, presidente municipal de Guadalupe 2013- 2016, donde por cierto dejó una deuda de aproximadamente 180 millones de pesos, presidente del Comité Directivo Estatal del PRI en el estado, y ahora aspirante a diputado federal por el IV distrito, acude a todas las estrategias y artimañas habidas y por haber para quitar del camino a sus adversarios al Gobierno del estado en el 2021.
En Zacatecas para nadie es un secreto su falta de fidelidad y lealtad para con el primer priísta del estado Alejandro Tello Cristerna, al que jamás tomó en cuenta a su paso por el CDE del PRI; de igual manera, su desprecio por la Dra. Cristina Rodríguez fue público, así como as alianzas de facto tejidas con Carlos Puente Salas presidente del PVEM, vocero y senador de la República para joder-literal-a Adolfo Bonilla Gómez, para que no llegue al Senado vía los verdes, dan cuenta de su desesperación por mirar al 2021.
Por si esto no fuera suficiente, logró incrustar sin mayor problema en Morena a Julio César Chávez para que dispute la presidencia municipal de Guadalupe, no sin antes haberlo colocado en una Subsecretaría de Gobierno, y con esto buscar el voto dividido siempre a sus favor, ¡faltaba más!
Luévano Ruiz tiene frente de si un gran problema. Su compadre de grado Aurelio Nuño Mayer, exsecretario de Educación y coordinador de la hasta el momento perdedora campaña de José Antonio Meade Kuribreña, ha dejado de tener la influencia necesaria, no solo para ayudarle ahora en esta elección, sino en el 2021, cuando el PRI haya sido echado-lietral-de la Residencia Oficial de Los Pinos.
Si te quejas de que te traiciono, búscame enemigos a los que pueda odiar… Pierre Corneille
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