Estos personajes Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Monreal Ávila, originarios de distantes estados como los son Tabasco y Zacatecas, ambos sexagenarios, políticos de largo colmillo, vivillos desde chiquillos, priístas de origen, chapulines de corazón y convicción, pero lo más notable, expertos, doctos diría, en la especialidad de vivir del presupuesto.

Del tabasqueño según San Juan, je je, perdón Wikipedia, se afirma que, nació en Tepetitlán, Macuspana, Tabasco, un 13 de noviembre e 1953, es un político, politólogo y escritor mexicano. Es uno de los fundadores y militante del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Actualmente en su última postulación como candidato a la Presidencia de la República y liderea la coalición “Juntos Haremos Historia”, en alianza con el Partido del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES), para las elecciones federales del 2018.

Se afilió a mediados de la década de 1970 al Partido Revolucionarios Institucional (PRI), para colaborar en la campaña del poeta Carlos Pellicer al Senado de la República, en representación del estado de Tabasco.

En 1982 López Obrador fue coordinador de la campaña de Enrique González Pedrero a la gubernatura de Tabasco por el Partido Revolucionario Institucional. Luego de tomar posesión, el gobernador González Pedrero lo designó titular del Centro de estudios políticos, económicos y sociales del Comité directivo estatal del PRI.¹⁶ A principios de 1983 fue nombrado presidente del comité ejecutivo estatal del PRI, cargo al que renunció en noviembre del mismo.

Durante su carrera política se ha desempeñado como presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) de 1996 a 1999, Jefe de Gobierno del Distrito Federal del 2000 a 2005, candidato a la Presidencia de la República en las elecciones federales en 2006,  y por la colación del Movimiento Progresista en el 2012 y de nueva cuenta en el 2018.

Por su parte, Ricardo Monreal Avila, nació en Plateros, Zacatecas 19 de septiembre de 1960, político, abogado y académico mexicano. Fue Jefe de al Delegación Cuauhtémoc de la Ciudad de México por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), desde 2014 hasta diciembre el 2017. Inició su trayectoria política en 1975 en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), luego, entre 1998 y 2004 fue gobernador del estado e Zacatecas por el Partido de la Revolución Democrática (PRD); para posteriormente haber militado en el Partido del Trabajo (PT), y Senador de la República por el Partido Convergencia.

Fue diputado federal en tres periodos: de 1988 a 1991 y de 1997 a 1998 por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), y entre 2012 y 2015 por Movimiento Ciudadano, y por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Cumplió labores como senador en dos periodos, de 1991 a 1997 y de 2006 a 2012 por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido del Trabajo (PT). 

Esta empatía del uno por el otro, no puede ser más natural, ante tantas y tantas coincidencias, no sólo en el aspecto político, sino en haber hecho su forma de vida vivir del presupuesto, del erario, de los impuestos, de nosotros, con la única diferencia que López Obrador ha sido más discreto en su firma de vida y no así Ricardo Monreal que ostenta un vida de lujos producto de las más de tres décadas de fructífera burocracia y por supuesto, de su permanente peregrinar por ambas Cámaras del Poder Legislativo de México.

Estos personajes pretenden, intentan, no sólo seguir viviendo del erario, sino lo más grave, llevar a México a una populista utopía, que desgraciadamente ante su derrota, al término del día 1 de julio, saldrán a las plazas públicas a llamar a la insurrección, a la sedición, ante el enésimo atraco de una psicópata aventura llamada Andrés Manuel López Obrador y su gavilla de vividores.

No se vale derramar más sangre de la ya derramada por el criminal desgobierno de Enrique Peña Nieto, todo para que llegue un demente y una docena de secuaces…