A pesar de su pésimo, corrupto y bipolar desempeño como presidente de la República, el aún inquilino de la Residencia oficial de Los Pinos, se empeña en pasar a la historia no sólo como el peor, sino también, el como niño berrinchudo que se empeñó en joder al país (literal), y de paso a su candidato.

Para México y resto del mundo, no es un secreto que Enrique Peña Nieto, el presidente del “empleo”, ha sido sin duda, y por méritos propios, el peor mandatario que ha tenido México, por lo menos en el último medio siglo, y eso es mucho decir, tomando en cuenta que lo antecedieron: Luis Echeverría, José López Portillo, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, y por supuesto, Felipe Calderón, entre otros.

Las cifras hablan de su rotundo fracaso.

El gobierno de Enrique Peña Nieto acumula 104 mil 583 averiguaciones previas por homicidios sobrepasando oficialmente las 102 mil 859 que hubo en el sexenio completo de Felipe Calderón, según informe del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), marzo 2018.

La deuda pública mexicana reportó un saldo neto de 10.88 billones de pesos (bdp) al cierre de 2017, el monto más alto del que tiene registro la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y que data de 1991.

En los últimos ocho años, más de 3.9 millones de mexicanos se sumaron a la pobreza: 53 millones 418 mil mexicanos sobreviven en esta condición actualmente; eran 49 millones 489 mil pobres en 2008, informó el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

En su Informe Anual de Evaluación de la Política Social, la institución recordó que la inflación de 2017 –que fue impulsada por el gasolinazo–incrementó a 41% la proporción de mexicanos cuyo ingreso laboral no alcanza para comprar los escasos bienes incluidos en la canasta alimentaria.

Transparencia Internacional lamentó este miércoles la falta de esfuerzos en el mundo para combatir la corrupción, al publicar su indice anual sobre la materia, en el que Venezuela aparece entre los últimos 12 países, mientras que México se ubica en el 135 de 180.

México es el país más peligroso para ejercer el periodismo en América Latina, así concluyó la organización Artículo 19 durante la presentación de su informe anual “Democracia simulada, nada que aplaudir”.

El estudio demuestra que en el sexenio de Enrique Peña Nieto se han registrado mil 986 agresiones contra periodistas; el año pasado hubo 507 agresiones y 12 asesinatos a profesionales del gremio.

Podríamos seguir enumerando fracaso tras fracaso del copetudo presidente de México, sin embargo, sus dos últimos berrinches confirman el grado de su estupidez:

Por instrucciones de Enrique Peña Nieto a los senadores de su partido el PRI, con el cierre de la última sesión del periodo ordinario de la LXIII Legislatura, el Senado dejará pendientes los nombramientos del Fiscal Anticorrupción y el Fiscal General de la República; asimismo, deja pendiente la reforma para eliminar el fuero, que fue votada por unanimidad por todas las fuerzas políticas en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, y que hasta había hecho suya José Antonio Meade arrebatándosela en el discurso a Andres Manuel López Obrador.

Con estos berrinches, dejó en el peor de los desamparos a “su candidato”  a sucederlo José Antonio Meade. 

Ante estas reverendas estupideces de Peña Nieto, lo único que le queda a José Antonio Meade, es pedir asilo en el PAN, o de plano irse al rancho del propietario de Morena…