Es y será importante, vital para la incipiente y ya diezmada democracia en México, la libertad de organización y de militar en la organización y/o partido político congruente con nuestro pensamiento, ideología y convicciones. Hasta ahí sería lo justo.

Sin embargo, hay elementos contundentes que apuntan a la búsqueda de impunidad por parte de peligrosos delincuentes, ante “la puerta abierta de par en par” que hace Andrés Manuel López Obrador del partido político de su propiedad, Morena.

Esta es una prueba fehaciente de lo antes expuesto: Elementos de la Policía Federal detuvieron por homicidio, secuestro y delincuencia organizada a Alfonso Gabriel Miranda Gallegos, candidato de la alianza “Juntos Haremos Historia” (Morena-PT) al municipio de Amacuzac, Morelos.

Miranda Gallegos, exdiputado local en Morelos y exalcalde de Amacuzac, es tío de Santiago Mazari, El Carrete, líder del Cártel de Los Rojos, agrupación a la que presuntamente protegió desde sus diversas posiciones políticas. 

De acuerdo con los reportes oficiales, fue el pasado domingo 6 de mayo cuando se detuvo en Amacuzac, Morelos, a Miranda Gallegos, quien tenía orden de aprehensión librada por el juez Segundo de Distrito en Morelos.

Miranda Gallegos, de 62 años, detalló el comisionado, era candidato a la presidencia municipal de Amacuzac. Una revisión a las listas de candidatos revela que los partidos que lo postulaban son Morena y el PT, publicó El Financiero.

Aquí vale la pena preguntar a aquellos que a sangre, fuego y a ojos cerrados defienden a López Obrador y su oferta de amnistía a criminales: 

¿Han sido víctimas, sus familias, o por lo menos testigos del profundo, lacerante dolor que agobia a las familias de secuestrados, torturados y asesinados?

Estoy seguro que no, como también que gritarán “vendido” al leer esta nota; sólo espero que no terminen siendo víctimas de su fanatismo…

DOSSIER

Rodolfo González, de asesor de Ricardo Monreal, a millonario empresario.- El exdelegado de la Cuauhtémoc después de acomodar a la familia en las listas plurinominales y candidaturas en Zacatecas, deja en claro que la política es para hacer negocios y vivir del erario (literal).

Basta señalar este claro ejemplo de lo que para Ricardo Monreal significa “servir al pueblo”. Un reportaje del noticiero En Punto, de Televisa, dio a conocer que antes de que Ricardo Monreal dejara la jefatura delegacional en Cuauhtémoc, su familia adquirió un edificio que después, sin respetar el Plan de Desarrollo de la zona ni las advertencias del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), fue transformado en un hotel. 

El establecimiento, denominado hotel boutique Casa Prim, ubicado en la calle General Prim 72, en la colonia Juárez de la Ciudad de México, abrió sus puertas hace 5 meses. Cuenta con 13 habitaciones cinco estrellas, dos bares y un restaurante.

El 31 de agosto de 2015, Ricardo Monreal Pérez compró esta propiedad dos meses después de que su padre, Ricardo Monreal Ávila, ganara la jefatura delegacional en Cuauhtémoc.

Los anteriores dueños pretendían vender este inmueble en 16 millones de pesos, como lo publicó el sitio de bienes raíces propiedades.com, en 2014, sin embargo, el hijo de Ricardo Monreal lo obtuvo por un pago de 8.2 millones de pesos en sociedad con una inmobiliaria.

Un año después y tras varias operaciones inmobiliarias, el lugar le pertenece ahora a Rodolfo González Valderrama, actual encargado del despacho de la delegación Cuauhtémoc, quien lo adquirió a través de la empresa "Servicios Integrales Dicont”, en mayo 2016.

Con qué autoridad moral endereza una campaña en contra de Enrique Guadalupe Flores Mendoza, candidato a la alcaldía de Guadalupe por el simple hecho de vivir donde precisamente Ricardo Monreal tiene uno de tantos domicilios.

Habrá que preguntar al exdelegado si con el hecho de trabajar en su equipo se puede acceder a ser millonario de la noche a la mañana, o será que sólo a un prestanombres bien pagado…