Los huérfanos emisarios de la violencia

El mejor invento de Dios 

fue las mamás

¡Muchas felicidades!

No nos referimos a los que perdieron a sus progenitoras a raíz de la violenta actuación de la delincuencia organizada, sino aquellos que por no compartir su forma de pensar, de actuar, sin mediar aviso alguno, incitan a sus congéneres al linchamiento masivo de los que pensamos diferente, llegando hasta las amenazas de muerte.


Este es sólo uno de los casos que circulan en la red y que me permito socializar. Por Héctor Mauleón. Las amenazas vinieron de Morena.- La cuenta de José Castrejón, militante de Morena, resultó ser uno de los ejes torales de amenazas a periodistas.


El tuit llegó el pasado 22 de septiembre, cerca de los dos de la tarde. Había una foto en la que aparecía un hombre con la cara desecha a tiros. Y había un mensaje para mí: “Ya te veo @hdemauleon tú eres el próximo…” El tuit procedía de la cuenta @machxtroll, que poco más tarde fue eliminada. 


Aquél día Denise Maerker acababa de entrevistarme en su programa de radio. Hablamos sobre el narcomenudeo en la Condesa, y sobre las amenazas de muerte que el escritor Rafael Pérez Gay recibió de un vecino al que fue a pedirle le bajara a la música. Denise enlazó a Pérez Gay y ambos coincidimos en que la violencia se había visibilizado como nunca antes en la Delegación Cuauhtémoc con el cambio de administración y la llegada de Morena: desde entonces se disparaban los robos, las extorsiones y los asesinatos.


Fue entonces cuando me llegó el tuit del hombre con la cara desecha. Instantes más tarde recibí otro: contenía también una imagen-mi nombre escrito sobre una hoja de papel sobre la que había varias balas de 9 mm.-pero a diferencia del anterior lo acompañaba un mensaje de audio.


En ese mensaje se escuchaba la voz de una mujer. “Señor Héctor, la gente de la delegación está muy molesta con usted. Estamos muy disgustados con sus textos, le solicitamos mesura, que se retracte. Estos es por su bien, y de toda su familia señor Héctor. Por favor, no cometa tonterías, los accidentes pasan, señor Héctor. Borre su artículo por favor” El tuit había sido enviado desde la cuenta @littlebati, que también fue eliminada.


Ese mismo día un tercer mensaje que me comunicó que me había metido con la persona equivocada. Lo enviaba @little_machi. Fue la primera vez que me habían dicho que “el patrón ya había dado la orden”, y que la orden era “a los plomazos”.


Denise Maerker Y Rafael Pérez Gay recibieron a la misma hora mensajes semejantes. Varios tuiteros que se solidarizaron con nosotros, también. A uno de ellos, Bela Braun, le tuitearon fotos de un ser querido, con amenazas brutales de qué iban hacerle. 


Me comuniqué con la procuraduría para hacer la denuncia correspondiente. El caso quedó en manos d ella policía cibernética. 


Desde luego, no éramos los primeros en ser amenazados de este modo. Formábamos parte de una larga cadena. Me llamó la atención, sin embargo, que semanas más tarde el reportero de Proceso Álvaro Delgado y el columnista de la Jornada Julio Hernández López fueran amenazados en Twitter luego de criticar al presidente de Morena, Andrés Manuel López Obrador.


En esos días López Obrador había había anunciado una “amnistía” anticipada a “la mafia del poder”, a la que aseguró a la que aseguró que no perseguiría si llegaba a la Presidencia en el 2018. Delgado lo acusó de ser cómplice de la corrupción-y aún de incitar que siguiera el saqueo-; Hernández López señaló la vocación absolutoria del eterno candidato y su manía de expedir certificados de indulgencia. 


Seguía fresca la tinta de sus artículos, cuando llegaron las amenazas: otra vez el patrón estaba muy enojado. “Usted está muerto. De esta no se libra, le escribieron a Delgado. 


Las amenazas en contra del reportero de Proceso venía de un tal Gallo sin ley V4, cuya cuenta era @little-Sad0. Sus tuits eran retuiteamos o comentados frecuentemente por @peluditorenace, @littleNovy, @xxEl_Noruegoxx @GUZANOTETJ, etc. 


A través d programas de análisis -i2Analyst´s Notebook y MultiHasher-, la Procuraduría capitalina pudo entresacar información clave en el uso de estas cuentas.Todos los perfiles eran semejantes. Todos atacaban en masa, a la misma hora. Todos empleaban un lenguaje brutal y recurrían al uso de fotos editadas. Todos acudían a la expresión “el patrón ya dio la orden” , y a una serie de exclamaciones o interjecciones comunes: “Ufffaa!”.


Pero había una cuenta que parecía acompañarlos a distancia y guardaba siempre un bajo perfil: @slayden. Algunas veces retuiteaba sus mensajes; algunas otras los comentaba. Según la investigación, dicha cuenta resultó ser unos de los ejes torales de las amenazas recibidas por periodistas y activistas. 


Pertenece a José Castrejón Aguilar, militante de Morena desde el 7 de septiembre del 2012, según se lee en la página del partido. 


En la red social ask.fm, Castrejón dijo haber estudiado Ingeniería en Desarrollo de Software. En esa red le preguntaron “cuando vas a madurar y dejar el tweetter ???”. Respondió que “Twitter es lo que paga las cuentas, así es que yo supongo que (dejaré de tuitear) hasta que deje de vivir de ello.


Las amenazas, pues, no son ocurrencias individuales. Alguien cobra por hacerlas y por tanto alguien las paga. Lo que sigue es saber quien.


Nos espera un infierno de llegar el promotor de la violenta intolerancia… 


* Nos leemos el próximo lunes 14 de mayo