Mientras Peña Nieto privatiza el agua, López Obrador calla

Mientras el país concentra la mirada en las campañas electorales y en el Mundial, el presidente Enrique Peña Nieto utilizó la figura legal de los decretos para modificar el estatuto de las vedas existentes sobre 40 por ciento de las cuencas del país, que contienen 55 por ciento de las aguas superficiales de la nación. En ese 40 por ciento de las cuencas escurre 55 por ciento de las aguas superficiales del país.


Lo que Peña Nieto autorizó con la aprobación de dichos decretos fue eliminar la "prohibición que había para la entrega de permisos de extracción de agua" en esas cuencas con el pretexto de que servirían para establecer reservas de agua para áreas naturales protegidas y la naturaleza para los próximos 50 años. 


Los diez decretos que levantan la veda sobre estas diez en riesgo hasta 50 mil concesiones sin título actualizado o vigentecuencas de agua, abren la puerta para que 55 por ciento del vital líquido se utilice para fines lucrativos, ya sea privatizando directamente el manejo del agua en organismos operadores empresariales municipales o entregando concesiones de agua para las distintas empresas extractivas del país, como son minería, hidrocarburos, turística, o inmobiliaria, publicó El Siglo de Durango. 


Sin embargo, los decretos abren la puerta para que el líquido se utilice para fines lucrativos, ya sea privatizando directamente el manejo del agua en organismos operadores empresariales municipales o entregando concesiones de agua para las distintas empresas extractivas del país, como son minería, hidrocarburos, turística o inmobiliaria, a costa de los derechos de los pueblos indígenas, núcleos agrarios, comunidades rurales y los sectores populares urbanos.


Sin embargo, Andrés Manuel López Obrador acérrimo enemigo de las políticas privatizadoras de los últimos gobierno neoliberales en México, hoy guarda un conveniente silencio ante la abusiva privatización que por decreto hizo Peña Nieto de las aguas del país.


Bastará con recordar que apenas el pasado día 2 de junio del año en curso su gira por Guanajuato, el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia adelantó que un par de días después de la elección del 1 de julio presentará a Peña Nieto un plan para el cambio, que incluirá “respaldarlo hasta que termine su mandato”.


Con esto queda más que claro que a López Obrador le vale madres el país y los mexicanos (literal), y que lo único que persigue es ser presidente de México al costo que sea, para posteriormente eternizarse hasta que su precaria salud se lo permita.


A ver si con el silencio cómplice de López Obrador, los millones de ilusos seguidores se dan cuenta de la clase de traidor que es…