México más balas menos votos

El proceso electoral más importante para México del nuevo siglo, es sin duda el que se desarrolla para disputar más de 3 mil cargos de elección popular, en los que se incluye la joya de la corona, la Presidencia del país.

La violencia verbal de candidatos y seguidores en las redes sociales se ha convertido en preludio de otra violencia, la de las balas, que matan, intimidan y disuaden de participar, pero también en su momento de asistir este primero de julio a emitir el voto.

El diez por ciento de los municipios del país son escenario de algún crimen, políticos de todas las entidades han sufrido intimidaciones y amenazas, ataques a familiares, agresiones con armas de fuego, físicas, asaltos con violencia.

El indicador de violencia política México 2018, de la consultora privada Etellekt destacó que en total, son más de 400 agresiones a políticos y candidatos desde septiembre de 2017.

De 112 asesinatos, 28 eran precandidatos y 14 más candidatos a puestos de elección; el resto corresponde a alcaldes, exalcaldes, regidores, militantes, dirigentes, exregidores, diputados, síndicos y exsíndicos.

En este periodo, otros 127 políticos han recibido amenazas y actos de intimidación, de los cuales, 73 son candidatos y 16 precandidatos, señaló Excélsior. 

La consultora precisó que durante el proceso electoral 2018 se han registrado un total de 401 agresiones globales en contra de políticos y candidatos en 31 estado y 263 municipios (más del 10 por ciento de los municipios del país).

En el indicador de violencia se han documentado desde intimidaciones y amenazas, ataques a familiares, agresiones con armas de fuego, físicas, asaltos con violencia.

El mensaje es claro: “Nosotros, la delincuencia organizada determinaremos quiénes y dónde se podrá participar y votar”. Sin embargo, estos son sólo los mensajeros, en realidad las cúpulas políticas son la mano que mecen la cuna de acuerdo a sus intereses, y obviamente éstos son aquellos que tienen que ver con la conservación de privilegios e impunidad.

Queda más que claro que a nueve días de celebrarse las votaciones más importantes de la historia moderna de México, nada está escrito, ni siquiera en cuantos estados del país existe la posibilidad real de suspenderse las votaciones en forma total o parcial por la amenaza y presencia de violentos factores que impedirían la celebración de la elección. 

Mientras algunos candidatos, quizás candidotes, hacen cuentas alegres y ven el triunfo como un hecho consumado, otros actores se frotan las manos preparando su estrategia para evitar la elección al costo que sea, y con ello incidir en forma quizás importante en el resultado de la elección.

Mientras el Estado mexicano, bien gracias...