Primero la seguridad, después la descentralización

El equipo de trabajo de Andrés Manuel López Obrador, virtual presidente electo, adelantó que, en el programa de descentralización de dependencias federales, la Secretaría de Economía irá a Nuevo León y se aseguró que no habrá despidos.

La consulta para la descentralización del Gobierno Federal comenzará una vez que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación emita la declaratoria de validez de la elección presidencial y declare a López Obrador Presidente electo, a más tardar el 6 de septiembre, publicó Excélsior.

La propuesta de López Obrador es loable, más que factible. El trasladar a miles de trabajadores y sus familias a otra entidad federativa, implica más que voluntad y recursos, toda vez que hasta estos momentos se ignora el porcentaje de familias que resistirán dejar sus familias, amigos, e historia de vida, por una decisión unilateral del próximo gobierno.

Aún más, lo que el equipo de López Obrador no ha contemplado, o hace cómo que la virgen les habla es el tema de la seguridad. La propuesta de descentralización ubica a varias secretarías de Estado en ciudades y entidades con una total inseguridad y violencia.

Para muestra basta un botón: La Secretaría de Salud pretenden reubicarla en la capital dele estado de Guerrero, Chilpancingo, lugar donde los cárteles han convertido al estado y sin gente en paranoicos rehenes de su estúpida violencia.

Guerrero ocupa el tercer lugar en pobreza (65.2 por ciento de la población) y el primero en homicidios (2 mil 844 en 2016) a nivel nacional. Con la presencia de al menos 10 cárteles, cinco de “primer nivel”, es la entidad más disputada por el crimen organizado. 

En la última década, Guerrero se ha convertido en tierra de cárteles y de muertos: la disputa entre el Cártel de Sinaloa, el Jalisco Nueva Generación (CJNG), los Beltrán Leyva, Los Caballeros Templarios, La Familia Michoacana y al menos cinco organizaciones locales convierte a la entidad en la más violenta con cerca de 18 mil ejecuciones desde 2006, cuando inició la llamada guerra contra el narco.

En Guerrero, sólo 12 de los 81 municipios son considerados zonas neutras. La ubicación geográfica de Chilapa la convierte en una de las demarcaciones más peleadas desde el 2012 por Los Ardillos y Los Rojos pues no sólo es un corredor esencial para el trasiego de drogas, también sus tierras son utilizadas para la siembra de amapola, “que precisamente acaba de terminar su primer corte del año”, de acuerdo con el Grupo de Coordinación Guerrero.

Su zona centro se ha convertido en un campo de batalla para dos organizaciones: Los Rojos y Los Ardillos, y posiblemente otra que las autoridades aún no identifican por completo. La presencia de 500 militares y policías estatales no ha logrado contener las desapariciones y ejecuciones que se vuelven cada vez más brutales.

López Obrador primero tendrá que bajar los índices de violencia e inseguridad no sólo en los estados donde se pretende trasladar a las secretaría de Estado con sus servidores públicos, sino en todo el país, y después serenarse para no dejar en la calle a miles de trabajadores que han dejado sus vidas en cada una de las dependencias.

Señor presidente electo, usted tiene la palabra…