Catafixia: Avión presidencial por Tren Maya

“Vamos a vender el avión presidencial y ya mandé a ofrecérselo a Trump”, afirmó López Obrador allá por el mes de abril del presente año, decidiendo unilateralmente, a capricho pues, afirmando que su adquisición fue un acto de corrupción, que atribuyó a Peña Nieto en su portal.

https://lopezobrador.org.mx/temas/carreteras/ 

Ante la descabellada, populista e ilegal “oferta” de López Obrador de vender la aeronave Boing 787 cuyo valor en el mercado es de 206.8 millones de US (3,929,200 millones de pesos), el empresario Gustavo Jiménez-Pons, se apersonó en la casa de campaña del presidente electo para hacer pública la oferta.

El 23 de agosto del año en curso, Gustavo Jiménez Pons, socio de la empresa de aviación privada GBS Air Enterprise presentó la primera propuesta de compra del avión presidencial José María Morelos y Pavón, cuya venta fue uno de los compromisos de campaña de Andrés Manuel López Obrador.

“Consideramos importante hacerle saber que en una oferta que presentamos incluimos la propuesta de poner a disposición del Ejecutivo del gobierno de México este avión para que su calidad de Presidente pueda hacer uso de la aeronave para asistir a los compromisos internacionales que lo ameritan”, dijo al leer el escrito que entregó a Leticia Ramírez, encargada de atención ciudadana, según nota de Milenio Diario.

Gustavo Jiménez-Pons, el empresario que busca comprar el avión presidencial, aclaró que él no ofreció mil 900 millones de pesos por el Boeing 787-8, que su oferta se distorsionó.

Yo mencioné que el precio de adquisición del avión por parte del gobierno mexicano rondaba los mil 900 millones de pesos (falso, su valor actual es de 3,929,200 millones de pesos), esto no es una oferta, es lo que costó el avión presidencial. Yo dije, no ofertaríamos menos de lo que costó en su momento el avión”, señaló en entrevista con Pascal Beltrán del Río para Imagen Radio.

A esto hay que destacar, que Gustavo Jiménez Pons, socio de la empresa de aviación privada GBS Air Enterprise, pero demás es sobrino de Rogelio Jiménez Pons, próximo director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), el que adelantó a Proceso: que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador sólo aportará 30 mil millones de pesos de los 130 mil millones que costaría el Tren Maya, ya que se dará participación en el proyecto al capital privado.

Pareciera ser que el presidente electo cree que los 60 millones de mexicanos que no votamos por él somos imbéciles, tarados, o retrasados mentales, para tragarnos el “altruismo” de Gustavo Jiménez Pons, de comprar la aeronave en los millones de dólares que cueste, para ponerlo a disposición de López Obrador, siendo que sin necesidad de tal patraña podrá utilizarlo cuando y como quiera.

Aquí hay “gato encerrado”. A cambio de 1 mil y pico de millones de pesos por una aeronave que cuesta 3,929,200 millones de pesos, se delegará la administración del proyecto del Tren Maya, un meganegocio de 130 mil millones de pesos al sobrino del comprador.

Andrés, y te quejas de Odebrecht...