Corazoncito

En alguna ocasión Amalia García Medina dijo: Por el nivel de sus festivales conocerás la cultura de un gobierno. A ello agregaría, por sus expresiones y congruencia conocerás el nivel de tus gobernantes.

Lo anterior viene a colación por la machista, y sexista expresión del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, ante el cuestionamiento de varias reporteras inherente al trueque de 5 diputados del PVEM, por una licencia en el Senado de la República, que hiede a corrupción, tráfico de influencias, y por supuesto al Tren Maya. 

El pasado miércoles, diversas reporteras preguntaron al presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, por un presunto pacto entre su partido, Morena, y el Partido Verde Ecologista de México, para dar licencia al legislador Manuel Velasco.  Su respuesta fue: “No voy a hablar de eso, corazoncito”, algo que generó indignación, especialmente entre grupos feministas.

"Muy mal la expresión 'corazoncitos' para las reporteras que cuestionan a #AMLO. Cero respeto a la profesión de las periodistas al usar esa expresión, se nota el desdén... por no hablar del machismo que implica. Qué decepción", comentó Imelda García, también periodista.

Vayamos al grano. En realidad y como es su costumbre, López Obrador cuando se siente acorralado, descubierto “in flagranti”, acude a la burla, sorna y demás actitudes propias de un mimo de carpa, como ruta de escape, que le dé tiempo para meditar la respuesta, pues carece de esa habilidad mental, reflejada en su torpe lenguaje. 

Queda claro que a pesar que presume su cotidiana interlocución con la prensa, en realidad es sólo parte de una conveniente opacidad en temas que lo exhiben, y en futuro involucrarán en actos, hechos y acciones diametralmente contrarias a su vigente verborrea como si siguiera en campaña. 

Andrés, ¿Si hubieran sido reporteros les hubieras respondido papacitos?