Periodismo y la “cuarta transformación”

Una prensa libre puede ser buena o mala, pero sin libertad, 

la prensa nunca será otra cosa que mala

Albert Camus

Pésimas señales envía el presidente electo a los medios de comunicación. A pesar de las reuniones sostenidas con el equipo de transición de López Obrador con las organizaciones Artículo 19, Comité de Protección a Periodistas, Freedom House y otras, pareciera que la prensa crítica nos convirtió en sus enemigos, y no en comunicadores.

Bastante hemos tenido con la intolerancia y violencia de los gobiernos del PRI y PAN, los que en cifras cerradas, han sido responsables de más de 130 periodistas asesinados, los que según investigaciones ajenas al Estado mexicano, en un 75% de los asesinatos, la autoría intelectual ha provenido de funcionarios, gobernantes de los 3 niveles de gobierno, legisladores y políticos,  y no de la delincuencia organizada como pretender hacernos creer, para todavía tener que aguantar la intolerancia y desinformación del tabasqueño, que cada día da la nota.

Desde el 2017, el presidente electo subió un video a las redes sociales, en las que declaró: “Pero luego se rasgan las vestiduras diciendo que soy un intolerante, un autoritario y que no permito ningún cuestionamiento. Quisieran que yo les aguantara todos sus golpes, sus insultos, sus provocaciones, que no dijera nada y que me quedara con los brazos cruzados, pero no voy a quedarme callado ante los agravios”.

Después del vergonzoso manipuleo del Senado de la República a manos de Ricardo Monreal, para favorecer a su compadre, y quizás socio Manuel Velasco, gobernador sustituto de él miso en Chiapas, En una conferencia de prensa, el presidente electo fue cuestionado sobre la relación con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y la forma en que ayer respondió a reporteras que le preguntaron sobre el mismo tema.

“Son mis corazones, mis corazoncitos. Los quiero mucho. Llevo a la práctica el principio de amor y paz ¿Cómo les voy a tratar así? Así, con cariño. No soy autoritario, soy feliz… gracias a la vida que nos ha dado tanto. Entonces, por eso esta expresión, y siempre los voy a tratar así, con respeto y con mucho cariño ¿o no quieren eso?”, dio cuenta Proceso.

El segundo acto “cariñoso” se vio cuando acarició a una reportera en plena conferencia, acto que también indignó en redes sociales, denunciando el “manoseo” con el hashtag #AmloMachista.

Y en un video difundido en redes sociales se puede ver al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, besando a una reportera cuando ésta le preguntó sobre el triunfo electoral de Morena en Baja California.

Aún más, en ningún momento López Obrador ha dado muestras de tener interés, muchos menos una propuesta para frenar el hostigamiento, acoso, y asesinatos de compañeros periodistas, por el contrario, atenta con el ejemplo la intolerancia a la crítica y convoca a su amlovers a irse con todo en las redes sociales, cuando la crítica a sus ocurrencias y demagogia le sorprende y lo exhiben.

Estará con recordarle, que con los 12 periodistas asesinados en 2017, México se colocó como la nación más peligrosa para la profesión, y permanece entre las 50 con menos libertad de prensa en el planeta. 

Por segundo año consecutivo, la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) ubicó al país en el lugar 147 de 180 en su Índice de Libertad de Prensa en el Mundo 2018.

Oscuro, pero sobre todo incierto panorama le espera al periodismo en México, con el arribo del tropical mesías al poder.

Por encima de la Libertad de Expresión, nada, ni nadie…