Como es tradicional, nuestros paisanos emigrados en la Estados Unidos, regresan al terruño cada fin de año para abrazar a sus seres queridos, llevarles obsequios, dólares y también lucir sus caros vehículos obtenidos a sangre y fuego en largas y agotadoras jornadas de trabajo.

El largo trayecto que en algunos casos les obligan a recorrer hasta 5 mil kilómetros, implica infinidad de riesgos que enfrentan en aras de reencontrarse con sus seres queridos. Más tardan en atravesar la línea fronteriza, que los agentes aduanales, migratorios y policías federales, los someten a sinnúmero de extorsiones a las que acceden (a huevo), para regresar a la tierra que un día los vio partir.

También son víctimas de asaltantes, secuestradores y toda clase delincuentes, que intentan evadir transitando en caravana con otros paisanos de su tierra. Sin embargo, ya han sido víctimas en reiteradas ocasiones, sin que esto le haga desistir de su noble propósito.

Sin embargo, los tiempos y circunstancias han cambiado radicalmente, pues a estos riesgos habrá que sumar: Zacatecas a nivel nacional ocupa el deshonroso primer sitio en materia de secuestros y segundo en homicidios dolosos, además es uno de los estados en los que los feminicidios se ha incrementado en más del 300% en el presente año.

Regresar a Zacatecas equivale a entregarse a las bandas de delincuentes que están enquistados en el tejido social de los 58 municipios. Aquellos amigo que dejaron hace años, quizás ahora los enfrenten como parte de la delincuencia; no hay municipio, ni comunidad donde el hampa ha sentado sus reales, sin preocupación alguna, pues gozan de impunidad institucional ante el rotundo fracaso del gobierno estatal para brindar seguridad a sus ciudadanos.

Más de 650 ejecutados, policías estatales privados de su libertad, funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública “desaparecidos”, jovencitas, casi niñas y mujeres asesinadas y ultrajadas, empresarios secuestrados, niños secuestrados y asesinados a pesar de haber pagado su rescate, cientos, quizás miles de ciudadanos extorsionados, cientos de negocios cerrados por cobro de piso, y así sucesivamente.

Paisanos, no se arriesguen viajando a Zacatecas, no arriesguen a sus familias, mucho menos a aquellos que les esperan, pues en este bello estado no hay autoridad que les garantice su seguridad…

DIGESTIF

Cuanta razón tienen los diputados Geovanna Bañuelos y Omar Carrera al denunciar una vez más a Benjamín Medrano por observaciones hechas por la Auditoría Superior del Estado de Zacatecas, que alcanzan los 75 millones de pesos en acciones resarcitorias sólo en la revisión de la cuenta pública 2015, pues en la correspondiente al 2014 se le observaron 35 millones de pesos.

Hasta el momento Paula Rey Mdina omisa secretaria de la Función Pública, guarda silencio ante tantos abusos de exalcaldes, sometiendo a la justicia sólo aquellos que no gozaron de la simpatía del exgobernador y del actual mandatario.Con esos cientos de millones de pesos, bien se podría invertir en seguridad que tanta falta hace en Zacatecas…

Mañana martes.- Clara Torres una “fichita” que busca impunidad con López Obrador.