Doloroso despertar

A partir del 2 de julio del 2018, las fantásticas promesas del llamado mesías tropical, han ido convirtiéndose en públicas retracciones, respaldadas por su gabinete “fifi” (dicen que no es ofensa), cayendo como baldes de agua fría, helada, en el extasiado ánimo de quienes creyeron a pie juntillas que tocarían el cielo con el redentor del siglo XXI. 

Convertidos en fanáticos por necesidad, cerca de 30 millones de mexicanos se asieron de la populista verborrea de López Obrador, depositando su esperanza en el más hábil, y no en el mejor candidato; esperanza que pareciera diluirse sin que los esperanzados seguidores del Peje se percaten aún de la gravedad del engaño.

Día con día, el Peje y su gabinete meten reversa, declarando que no podrán cumplir; que no conocían la realidad del país; que no se han puesto de acuerdo; que será hasta dentro de 10 años; que los mercados internacionales marcarán los precios; que la austeridad será para el 2019, y así sucesivamente.

A pesar de ello, mientras una importante y significativa corriente crítica a la demagogia de López Obrador, se esfuerza por permear en el ánimo de los mal llamados chairos,  exhibiendo el rosario de mentiras que han sido objeto millones de creyentes lopezobradoristas, un importante sector de los próximos vividores del erario tratan de encubrir el engaño, y acusan que intentamos destruir la “cuarta transformación”.

Aún la llama de la esperanza sigue encendida en millones de ciudadanos, y ello, gracias a la desinformación en que sobreviven, pero también habrá que decirlo, a la contracorriente de ideólogos, izquierdistas y guerrilleros de café; exfuncionarios; exlegisladores; exgobernadores; exalcaldes; exdelegados de la CDMX, y toda una nociva fauna de los que un importante número ya está en la nómina de la “cuarta transformación”, otro tanto espera su incorporación, saltimbanquis que día a día “ofrendan hasta la vida” por defender al mitómano presidente electo, asegurando que nuestras críticas son un compló. 

Lejos de festinar lo que será un doloroso despertar de millones de esperanzados ciudadanos, por el contrario, lamentamos su regreso a la misma realidad, quizás todavía peor, pues la mayor parte de la fauna que integra el gabinete “fifi” y Poder Legislativo de López Obrador, proviene de un desempeño corrupto, voraz, en cargos de los tres Poderes del Estado. 

Lo único que resta a un pueblo desencantado, defraudado, engañado, es volver a organizarse…