¡Porque lo ordeno yo!

Mareado, trastornado en la vorágine del furor del poder anticipado, López Obrado deja en claro que el proyecto del Tren Maya, se construirá porque él lo ordena, dejando atrás su demagoga frase: “el pueblo es el que manda”.

"Les guste o no les guste a nuestros adversarios, a los fifís y a la prensa fifí, vamos a construir el Tren Maya. Me canso, ganso", expresó López Obrador la tarde-noche de este jueves en el Parque de las Palapas, ubicado en el centro de Cancún, en donde protagonizó un evento público luego de reunirse con el gobernador del estado, Carlos Joaquín González, publicó El Universal.

El tabasqueño, quien garantizó que el poder "no me va a marear, no me va a transtornar", habló ante más de dos mil asistentes de los cuatro compromisos hechos con el ejecutivo del estado, además de enlistar una serie de acciones y programas específicos para la entidad, en beneficio de jóvenes, adultos mayores y personas con capacidades distintas.

Aún más, no habrá consulta pública sobre el nuevo aeropuerto, gobierno de AMLO tendrá la última palabra: Jiménez Espriú. La decisión final sobre la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México quedará en manos del próximo Gobierno,más allá de la opinión que se recabe entra la ciudadanía, asegura Javier Jiménez Espriú, propuesto para ocupar la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

En entrevista con Animal Político, aclara además que: no se hará una consulta o votación pública (doble rasero). Primero, explica, revisarán si la obra que ya va avanzada realmente es viable –independientemente de las irregularidades que pueda haber en los contratos.

Al paso del tiempo, cuando la demagogia comienza a naufragar ante el embate de las matemáticas, que indican que no habrá dinero suficiente que alcance para cumplir con las promesas, ocurrencias pues del mesías tabasqueño, el rabioso autoritarismo aflora un día sí, y el siguiente también, como clara señal de cómo gobernará.

Desde este espacio adelanto, que a pesar del “referéndum” que instaurará en el 2019, López Obrador para que desde el presidente, gobernadores y alcaldes se sometan a la “voluntad popular” para seguir, o sean destituidos del cargo, el rabioso tabasqueño defenderá a sangre y fuego su permanencia en la presidencia, sin importar lo que diga el pueblo, incluso su reelección. 

Se equivoca López Obrador, pues bastará un año para que gente se vuelva hartar de tanta miseria, del baño de sangre y de más de los mismo, disfrazado de una corriente y vulgar demagogia, que sin temor a equivocarme, lamentablemente, provocará una gran revuelta ciudadana, al combinar el peligroso coctel de 80 años de dictadura, y uno de demagogia barata.

El pueblo consciente comienza a organizarse ante el prematuro desencanto del mesías de pacotilla, nunca “fifí”…