Ya suenan los tambores de guerra, preparémonos

Ya no hace falta más tiempo para darnos cuenta que el Peje y su horda de iluminados, a partir del 1 de diciembre convertirán a México en la sucursal de Venezuela. 

En el editorial de Siempre Beatriz Pagés escribió: No nos engañemos. Lo que viene es el destripamiento de las instituciones, el fin de la separación de poderes, del respeto a la prensa libre y la sustitución de la Constitución, por otra que no estorbe.

Vienen por todo, y todos. No dejarán piedra sobre piedra, exterminando todo lo que huela al pasado, sí, a ese al que pertenecieron, y sirvieron a los mismos regímenes que hoy combaten con locura mesiánica.

Los dineros del erario servirán para alimentar y seguir creciendo el número de pobres, que sin esfuerzo alguno reciban las miserias del mesías que ingenuamente siguen creyendo los llevará al paraíso, siendo que en realidad les mantendrán pobres, los más pobres posibles para tenerlos de rehenes para sus aviesos fines.

Recurrirán a la “consulta popular”, alegales y mañosas para mantenerse, y perpetuarse en el poder. No tendrás límites, serán impecables con los que pensamos diferente y no aceptamos su demagogia barata; no hará caso a nadie, a nada, excepto a su voluntad y decisión.

Aún más, los voceros del presidente electo han comenzado a trazar las coordenadas del gobierno que viene. Para ellos el 1 de julio es apenas el inicio de un largo camino que implica el desmantelamiento urgente y necesario de un régimen que califican como “el más represivo, autoritario, longevo y corrupto de la historia mundial”. 

Ante este catastrófico escenario, será necesario no uno, sino decenas, centenas de líderes que encabecen la necesaria y urgente RESISTENCIA, así con mayúsculas, además de iniciar la organización de esos 70 millones de mexicanos que no votamos por el nuevo Nicolás Maduro de México.

Huelgan mayores precisiones ante el cinismo autoritario que hoy presume “me canso ganso”, "porque lo ordeno yo".

Ya suenan los tambores de guerra, preparémonos…