¡Viva la pobreza!

Es y ha sido una máxima de la clase política desde hace 74 años, en que se creó el primer Programa Bracero, propuesto por Manuel Ávila Camacho. Hace aproximadamente 27 años en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari se crearon los primeros programas “sociales”.

En las últimas décadas los cambios experimentados por el Estado y su población han significado exigencias de transformación y redefinición de sus respectivas áreas de responsabilidad en materia de bienestar social, dando prioridad a sectores vulnerables para disminuir su posición adversa como primacía y reflejo de la modernización nacional.

A modo de objetivo principal, se planteó que el desarrollo de los derechos y necesidades básicas de los mexicanos sean atendidas y subsidiadas con recursos del Estado a través de programas sociales, pero nunca se habló de inversiones para la generación de empleos y centros educativos de excelencia que soportaran las necesidades del mercado laboral de primer nivel. 

Hoy en día la cantidad de programas sociales que se encuentran vigentes en México es impresionante así como de igual forma su pésima ejecución y planificación, lo que ha llevado a que se pierda el propósito original de la creación de los mismos.

En realidad, al término del sexenio salinista, el zoo político vio la otra cara de los programas sociales: convertirlos en multimillonarios, con la misión de mantener en la pobreza a millones de mexicanos, para garantizar igual número de sufragios para perpetuarse en el poder.

No se explica de otra forma, que gobernantes y políticos se empeñen en mantener a esa masa aforma de empobrecidos ciudadanos, cuidando que no superen la franja de la pobreza y por supuesto de la ignorancia, para ellos seguir siendo “los tuertos en el mundo de los ciegos”.

La gente ensimismada en su gran problema de subsistir cada día, parece haberse resignado a las limosnas del Estado, de tal forma, que resulta indignante cómo reciben con gusto, agradecimiento y hasta devoción a sus explotadores, a los responsables de su pobreza, de su miseria.

Prueba de ello, es el gobierno del presidente López, quien pretende convertir al Estado mexicano, en una gran productora de dádivas institucionales, que garanticen en el futuro un país mayoritariamente pobre, pero feliz, como afirma el presidente de la T de 4Ta, pero también, genere las necesarias ganancias para el consumo y disfrute de sus más cercanos colaboradores.   

A la fecha, no hay gobierno que no pelee cada peso de los programas sociales como si mucho les interesara la gente. No, pelean por dos razones: Por el negocio que significa cada programa, y también, para mantener su clientela electoral para continuar en el gran negocio 

Como atinadamente afirmó Carlos Slim Helú: “La única forma de acabar con la pobreza, en forma permanente y digna, es con empleo”. Pero a la mayoría de los gobernadores y alcaldes no les interesa acabar con al pobreza, mucho menos con el negocio, por el contrario la cuidan para tener acceso a una vida sin preocupaciones, y lujos jamás imaginados por la moría, salvo contadísimas excepciones.

Finalmente, en Zacatecas empresarios que también ven la pobreza como nicho de negocio adicional al propio, obligan a trabajar hasta 10 y 11 horas de lunes a viernes a sus empleados, sábado medio día, por la miserable cantidad de 1 mil pesos a la semana.

¡Ay pobreza no te acabes! Dirán gobernantes y políticos…

No es Noemí, es Chabelo 

Gran revuelo causó la nota de Meganotcias en la que da cuenta de superamos “préstamos” personales por parte de la dirigencia estatal de Acción Nacional a sus dirigentes y cuadros.

Se cumplió apenas un mes de la toma de protesta del nuevo Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional (PAN) en Zacatecas y ya están saliendo a relucir malos manejos financieros por parte de su dirigente Noemí Berenice Luna Ayala, pues fueron filtrados una serie de cheques donde funcionarios y militantes del partido, afines a la líder panista, son beneficiados con préstamos personales.

Resalta el nombre de Joel Arce Pantoja, secretario general del PAN estatal, quien recibió un préstamo de hasta 50 mil pesos, cheques que fueron aprobados y firmados por la propia Noemí. Se dieron a conocer de igual manera que en Pánfilo Natera 32 militantes recibieron tal retribución de 7 mil pesos cada uno; en Tabasco fueron 171 militantes por 3 mil 500 pesos; Susticacán 7 militantes y Jerez 337, los cuales recibieron una cantidad de 4 mil pesos cada uno, publicó el portal noticioso.

Aquí bien vale la apena aclarar, que no es Noemí Berenice Luna Ayala presidente en funciones del comité estatal, quien generosamente concedió préstamos personales a cuenta del patrimonio del partido, sino fue una instrucción del diputado federal José Isabel Trejo Reyes “Chabelo”, seguramente como pago por sus buenos oficios para retener la dirigencia estatal, conocedor que con migajas los tiene contentos.

Chabelo Trejo “no da paso sin huarache” como reza el refrán popular, sabe que el detentar la dirigencia estatal le reditúa mayores dividendos que los 500 mil pesos entregados, eso sí, según el sapo la pedrada.

No cambian, ni lo harán…