PUTA IMPUNIDAD

Sin importarme un comino lo que opinen por el titulo de esta columna, mochos, conservadores, devotos de la Veladora Perpetua, y aquellos serviles del fallido gobierno de Zacatecas, hoy me veo obligado a salir del autodestierro periodístico y levantar la voz ante la PUTA IMPUNIDAD que priva en un estado de gente trabajadora, pero dejada de la mano de Dios en la última década, 9 años para ser precisos.


El día de ayer fui enterado que la impune delincuencia arrojó 5 víctimas más, entre descuartizados y ejecutados, también cobró la vida de un joven chihuahuense, trabajador, minero, buen hijo, con una vida sana como cualquier joven de su edad (26 años), quien fue cobardemente asesinado de un disparo, a las puertas de un lote de autos, después de acudir a una sucursal bancaria para retirar efectivo para la compra de un vehículo.


Hasta el día de ayer, se contabilizaron cómo si se tratara de objetos, y no vidas humanas, 227 homicidios en el 2019. Así reconoció Ismael Camberos aún secretario de Seguridad Pública. Lo que el fallido funcionario no informó, fue que entre las víctimas fatales se “cuentan” niñas, niños, jóvenes y mujeres, que seguramente calificará de “daños colaterales”.


Y en cuanto a secuestros, según información del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), la incidencia delictiva en Zacatecas se ha “mantenido” en relación al 2018. ¡Uf! qué alivio.


Raya en el cinismo, la constante revictimización por parte del gobierno de estatal de la mayoría de los asesinados, relacionándolos a bote pronto con actividades de la delincuencia, o bien, declarándose incapaces (honestidad, es ironía) de combatir la violencia, en espera de la llegada del milagro llamado Guardia Nacional, o cómo ya se les hizo costumbre, culpar al gobierno de López Obrador por la falta de “apoyo”. 


Por su parte, dirigentes de partidos políticos, legisladores de la LXIII Legislatura, alcaldes, empresarios favoritos de la presente administración-los menos- y por supuesto, propietarios de medios de comunicación, y “periodistas” comprados con convenios y “compensaciones” millonarias, no sólo guardan cómplice silencio, sino también justifican la omisión, incapacidad y hasta la presunta participación del gobierno estatal con la delincuencia.


Mientras tanto la mal llamada clase política, se encuentra más ocupada en el próximo botín del proceso electoral del 2021, que en gobernar.


Hoy sólo se escuchan las expresiones de dolor, el incontenible llanto de padres, hermanos y familia, producto de la omisión y tolerancia que otorga el gobierno de Zacatecas a la delincuencia, que permitió les arrebatara la vida de sus seres más queridos.


Que a los señores del gobierno no les extrañe cuando llegue el momento en que la ciudadanía harta, cansada, hasta la madre de la cruel inseguridad, recurra a la Ley del Talión. 


Quien entendió, entendió…