En México la “libertad de expresión” es un acto simulado, siempre bajo la supervisión de los gobiernos en turno, siempre condicionada a la aprobación de quienes detentan el poder, y expuesta al criminal exterminio de quienes osan traspasar la delgada línea trazada, dónde según gobernantes y políticos termina la libertad de expresión.

Desde el cobarde asesinato del periodista y columnista Manuel Buendía Téllez Girón el 30 de mayo de 1984 a manos de agentes de la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS), esta ha sido la constante para acallar el periodismo crítico, de investigación en México. 

A pesar que los presidentes de la República, gobernantes, legisladores, y políticos han requerido de los periodistas para dar a conocer el quehacer gubernamental, institucional, estos también se han encargado de ordenar sus asesinatos cuando la corrupción, y excesos en el ejercicio del cargo, del poder, han sido exhibidos en investigaciones periodísticas.

Las organizaciones civiles, independientes Artículo 19 con (Londres), el Comité de Protección a Periodistas (EE UU) y Reporteros sin Fronteras (España), han documentado que en México el 80% de los asesinatos a reporteros, la autoría intelectual proviene del Estado mexicano, y por supuesto de los personajes enquistados en el aparato gubernamental. 

Esta tendencia ha sufrido una severa metamorfosis. Durante ocho décadas, los gobernantes de los tres niveles de gobierno, ostentaban oficio político, que les permitía un censura disfrazada, pulcra dirían, que no evitaba las ejecuciones de periodistas. 

Hoy la mayoría de estos evidencian: improvisación, ineptitud, mediocridad, ignorancia, y ocurrencias en sus decisiones de gobierno, que pretenden disfrazar en gobiernos democráticos, los que también obligan a los periodistas a un cruel desplazamiento interno, y externo, y por supuesto, ordenan asesinatos de periodistas culpando de ello a los cárteles de la droga.

La libertad de expresión, un derecho constitucional para todos los mexicanos y residentes en el país, sin embargo lo han convertido en exclusiva franquicia para los que detentan el poder, para los demás, sólo censura, presión, acoso, desapariciones forzadas y asesinatos. 

7 de junio…