La pradera a punto de arder
La ambición es el último refugio del fracaso
Oscar Wilde
La condición indispensable para que una pradera arda en llamas es la sequía, además de elevadas temperaturas y el viento que ayude a su propagación. México está padeciendo su peor sequía en siglos que tiene al país a punto de incendiarse, sólo falta alguien que arroje la chispa.
México durante casi un siglo su gente gozó de una pradera verde a pesar de la ancestral corrupción de sus gobiernos; gozó de gobernabilidad y estabilidad económica promedio de los países subdesarrollados. Sin que en esas épocas se acudiera a las encuestas, la gente evidenciaba cierto grado de bienestar, tranquilidad pues.
Sin embargo a principios de los años 70´, el Estado fue omitiendo el obligado nacionalismo del viejo PRI, pero sobre todo, atención a la precaria economía del grueso de la población, dando paso a los grandes manifestaciones de médicos, ferrocarrileros, electricistas, campesinos, etc., hasta que la semilla de la inconformidad cayó en el surco de los estudiantes.
El movimiento estudiantil del 68 reprimido en forma criminal por el ejército, corporaciones policiales y el aparato de inteligencia del Estado, sofocó la justificada insurgencia popular, dando paso a la organización de los trabajadores, obreros y estudiantes, para contrarrestar la represión e insuficientes y excluyentes políticas públicas.
Un país que estuvo a punto de incendiarse soportó gracias a las condiciones económicas y sociales de la época, pero también dio paso a lo que hoy conocemos como la “izquierda” mexicana, producto de la importación de la ideología comunista de países socialistas como la Unión Soviética, Cuba y China entre otros.
Sin embargo, desde hace tres años, germinó un prolongado movimiento político-social encabezado por Andrés Manuel López Obrador, un exmilitante, priísta, perredista cuyo lema de campaña fue: “primero los pobres”, y que al arribo a la Presidencia dio un giro de 360 grados, transformando su popular frase por “primero nosotros”, en clara referencia a todos aquellos partícipes de sus intereses personales.
Hoy las llamas están apunto de incendiar la pradera; la sequía de salud; seguridad; economía; justicia; democracia; gobernabilidad, y una política intolerante para los que piensan diferente a su evangelio, tienen a México en pánico rogando a Dios que los vientos de autoritarismo no traigan consigo la chispa que termine de incendiar este gran país.
Los bomberos vestirán de verde, es pregunta…
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