O te chingas, o te jodes


Esta mítica frase se atribuye a los barrios populares de la ciudad de México, allá por los años 30, en los que los patrones de bodegas en al vieja Merced, abarrotes, talleres de costura, etc., explotaban a sus empleados, casi esclavos en jornadas de 16 horas o más, les gritaban: aquí como la Ley de Herodes, o te chingas, o te jodes.

Lo mismo pasa con los políticos, y gobernantes en turno. Olvidan que en México la época de la esclavitud ya fue abolida, más sin embargo insisten en aplicarnos la Ley de Herodes. Por si esto no fuera suficiente, la gran mayoría se han convertido en una jauría de ladrones dejando en la más absoluta miseria a municipios, estados y por gsupesuto al país.

Esta modesta columna pretende exhibir a esa nociva fauna que un día sí, y otro también nos intenta avasallar, atracar, humillar, pero que también olvida que la gente ya inició un despertar, quizás incipiente, lento, pero seguro, y que a final del día va tendiendo un cerco que les comienza a sofocar, asfixiar y tarde o temprano los llevara del cuello al cadalso; que no les quepa la menor duda.