La infamia

por Horacio Zaldivar



Publicado en 7/27/2020 5:47:00 AM

A las víctimas de la maquinación y la

perversidad políticas, cuyas vidas

y las de sus familias fueron destruidas

por el abuso del poder y la impunidad.

Ricardo Monreal Ávila

Con esta dedicatoria da inicio la obra del exgobernador y senador de la República, en la que hace una puntual crónica de los cadáveres que le fue sembrando el sistema político, y que a 22 años del inicio de la persecución, va sepultando uno por uno con pruebas, y evidencias, vacunándose ante una inminente pandemia que en el 2021 pudiera contaminar a sus hermanos David, Saúl, incluso a él en el 2024.

Ricardo Monreal profundo conocedor de las entrañas del sistema desde el seno del Partido Revolucionario Institucional (PRI), leyó en forma anticipada el reinicio de la exhumación de viejos cadáveres para darles vida con cargo a sus hermanos David y Saúl, quienes participarán en el proceso electoral del 2021. El primero por la gubernatura, y Saúl a una segura reelección a la alcaldía de Fresnillo.

Desde que decidió romper con la “disciplina” que su partido político (PRI), exigía, sometía a líderes y militancia, estuvo consciente que el aparato político del poder se le vendría encima, y a pesar de ello, emprendió uno de los desprendimientos más notables del otrora poderoso PRI.

En forma ágil y detallada va conduciendo al lector por los entramados tejidos a exprofeso en su contra, que desencadenaron en una persecución familiar, talón de Aquiles del exgobernador. Nada nuevo en el sembrado de droga, en la manipulación de las instituciones de procuración de justicia y electorales; el añejo sistema siempre obvio, predecible, confiado que en jamas perderían el poder.

La identificación de traidores y mercenarios al servicio del poder no podía faltar en esta obra. Su referencia siempre cuidadosa no deja de exhibirlos, y entre líneas deja en claro que los tiempos han cambiado, que ahora el poder está en sus manos, y en consecuencia deberán preparase para un lógico y natural cobro de facturas; negarlo resultaría infantil, ingenuo.

Más que una cronología de los excesos del poder de personajes que en su momento fueron instrumentos del poder para castigar la insurrección de quien en su momento osó desafiar al poderoso sistema, esta obra saca a la luz pública desde los sótanos del sistema algunas prácticas coercitivas, criminales y denigrantes en el uso y abuso de un poder omnipotente.

Aguardamos una segunda edición esperando la obligada inclusión de las vilezas del también exgobernador Miguel Alejandro Alonso Reyes, pero también del gobierno en tuno en contra de periodistas independientes que hemos sido víctimas de la maquinación y la perversidad políticas, cuyas vidas y las de nuestras familias han sido destruidas por el abuso del poder y la impunidad.

Finalmente, el gobernador parece no escuchar al autor de La Infamia, el que en forma sutil, tersa, le reprocha su permanente negativa a la justa exigencia de rendición de cuentas a quien se fue, y amenaza con regresar.

Amor con amor se paga…