¿Feliz Navidad?

por Horacio Zaldivar



Publicado en 11/30/2020 5:55:00 AM

Seguramente sesudos asesores de la pareja encargada del despacho de gobernador, ya prepararon el guión y video para que en los próximos días deseen lo “mejor” a los zacatecanos con motivo de estas fiestas decembrinas, valiéndoles madre-literal-los 500 ejecutados, los 13 feminicidios perpetrados durante el presente año, y el baño de sangre en que tienen inmerso a Zacatecas.

Por su parte, José Murillo Ruiseco aún fiscal general de justicia, reserva con antelación la cancha de tenis en el fraccionamiento Bernárdez para apuntarse en la reta con Alejandro Tello y demás funcionarios que no funcionan, mientras más de 1 mil 300 carpetas de investigación duermen el sueño de los justos en espera que al arribo del nuevo gobierno alguien pueda atenderlas.

En cada denuncia de desaparición forzada, la Fiscalía simplemente no funciona, la deja correr, y es hasta que “aparecen” los cuerpos de los secuestrados cuando bien le va a los deudos, o de la mujeres, niñas y niños asesinados, Murillo Ruiseco sale a los medios para lamentar su muerte y prometer “agilizar” las investigaciones, cuando en realidad ni siquiera las comenzaron. Aún más, cada trágico suceso el fiscal intenta compartir culpas con las administraciones municipales bajo el argumento que: “también son gobierno”. 

Sí, el país se encuentra sumergido en una ola de violencia en la que el Estado deja correr la sangre, los muertos, y las estadísticas, en Zacatecas no solo imitan tan deleznable estrategia, sino la superan con creces con una omisa actitud que resulta además de agravante, criminal.

En el Presupuesto de Egresos del estado de Zacatecas para el ejercicio fiscal 2020, ley publicada en el Periódico Oficial del Estado de Zacatecas, el 28 de diciembre de 2019, se asignó a la Fiscalía General de Justicia un presupuesto para el ejercicio fiscal 2020, por un monto de 652 millones 540,465 pesos. Al constatar el omiso desempeño en la procuración de justicia se puede afirmar sin temor a equivocarse, que el dinero de los zacatecanos “desapareció”, o en el peor de los casos pasó a otras manos, menos a las estructuras investigadora, ministerial y operativa, áreas que en realidad son el sustento de la Fiscalía. 

Pero la responsabilidad de esta criminal conducta no recae sólo en fiscal, también en los integrantes del Poder Legislativo que siguen apoyando, tolerando, y alentando la impunidad que genera la falta de actuación y resultados de la Fiscalía, pues sus ojos e intereses están en otros escenarios, menos en la vida y seguridad de sus representados. 

Desde este espacio solicito atentamente, no que trabaje el fiscal, tampoco que gobierne la pareja encargada del despacho, mucho menos que brinden seguridad a los zacatecanos, bueno, no siquiera que renuncien, pues sabemos que es lo último que pasa por sus mercantiles mentes, pero sí que eviten felicitar a una sociedad teñida de rojo y en permanente luto.

Amén…