Negocios de familia

por Horacio Zaldivar



Publicado en 12/12/2023 6:35:00 PM

Todos los negocios que se hacen al amparo del poder tienen el visto bueno del Presidente: Andrés Manuel López Obrador 

Nada debe extrañar el cinismo del Presidente ante la investigación periodística de Latinus relacionada con el tráfico de influencias de Andrés López Beltrán, hijo de López Obrador en la adjudicación de contratos millonarios a uno de sus amigos, para que el mandatario explotara en la conferencia mañanera del pasado viernes 8 de diciembre: ¿Y qué de malo tiene que los amigos de mi hijo reciban contratos? 

Loret de Mola reveló que el amigo de “Andy” Andrés López Beltrán, Amilcar Olán, recibió un contrato por 300 millones de pesos. Loret señaló que Latinus tuvo acceso a 40 horas de grabaciones telefónicas, y en una de ellas se escucha a Almicar Olán, mencionando los 500 millones de pesos que obtendrá este año en contratos con el gobierno morenista de Quintana Roo. 

En la llamada, cuenta el periodista, Almicar da cuenta de sus reuniones con el secretario de Finanzas de Quintana Roo, y se le escucha decir: “yo no quiero que me vengan a observar (los de Auditoría) a venirme a decir una mamada la gobernadora (Mara Lezama) que le debo una aspirina o una venda”.

Ups! 

Le preguntan al Presidente: ¿Utilizó su nombre para…? Pues sí, puede ser, pero ¿qué tiene que ver Andrés? O sea, en el supuesto, como dicen los abogados, aceptando sin conceder, que sea su amigo, ¿qué tiene que ver, si él tiene una empresa y hace un negocio licito o ilícito con otra persona?, ¿qué tiene que ver Andrés? Pues para que no haya amiguismo, presidente. 

Ya con el rostro desencajado y con matices rojo granada el Presidente respondió a la reportera: No, fíjate que no. En el caso de nosotros no, ni amiguismo, ni influyentismo, ni nepotismo, ni corrupción, ninguna de esas lacras de la política. Por eso somos distintos, y por eso no han podido ni podrán. 

En esta vida, hay dos cosas que no se pueden ocultar: “el dinero y el amor”. y eso le pasó al amigo de Andy el hijo del Presidente; su juventud, arrogancia, y prepotencia le hizo olvidar, quizás menospreciar, o atenido a la impunidad brindada presuntamente por el hijo del Presidente, las intervenciones telefónicas que exhiben la punta del iceberg de la corrupción de la familia presidencial. 

De acuerdo con las investigaciones periodísticas y de Mexicanos Contra la Corrupción A. C. al gobierno de López Obrador, hasta ahora se han acreditado desvíos, y actos de corrupción por más de 150 mil millones de pesos, que incluyen tráfico de influencias, “desaparición” de los fideicomisos, y sobreprecios en la construcción de las obras icónicas del sexenio como el aeropuerto Felipe Ángeles, la refinería Dos Bocas y el Tren Maya, y por supuesto Segalmex.

El Presidente López Obrador esperó durante décadas el arribo al poder presidencial, trazó su hoja de ruta con la experiencia de los priístas, de su valemadrismo para con una sociedad siempre pobre, siempre sometida por la dictadura perfecta diría Mario Vargas Llosa, pero sobre todo, la aviesa corrupción de los últimos sexenios, que hoy, el macuspano supera con creces terminando de saquear las arcas de este gran país. 

¿Presidente en qué trabajan sus hijos?