Los periodistas no defendemos al gobierno, lo cuestionamos 

Una pesada realidad, una maldición apellidada Monreal cargamos los zacatecanos. Una familia que por donde la miren, es gandalla, abusiva con el pueblo, con sus gobernados, con sus funcionarios, con los electores, incluso entre ellos. La desmedida ambición, su voracidad, cuenta la historia los ha llevado a pasar por encima de quien sea necesario, sin importar si se trata de hombres, niños, adultos mayores y mujeres como sucedió este pasado viernes 8 de marzo.

Bastó un video de Rodrigo Reyes Muguersa para intentar “justificar” los abusos, crueldad y misógina, para saber que cada una de las expresiones tenían un inconfundible origen. 

Ricardo Monreal. “Rodrigo Reyes es un muchacho brillante, no es corrupto, es un joven que yo conozco” . 

Apegado a la escuela del senador fresnillense, siempre echando la culpa a todos, defendió a los policías; responsabilizó a las “peligrosas” y “violentas” mujeres, adultos mayores y niños, de ser autores de las agresiones a sus indefensas policías antimotines, estatales, municipales, y de vialidad, cuando en realidad abusaron, se ensañaron, abusaron, las sobajaron hasta hartarse, con alevosa ventaja.

Después de conocer con mayor precisión la brutalidad policiaca azuzada por Rodrigo Reyes Muguersa como a los perros, a las perras, en contra del sector más vulnerable de la sociedad, las mujeres, que nunca como en este desgobierno han sufrido de abusos, violaciones, secuestros, torturas, desapariciones forzadas y feminicidios, desde menores de dos años, jóvenes y adultas, confirma su misoginia, quizás herencia de familia, y también que parado en un tabique se marea.

Al respecto, se recuerdan los asesinatos de Juan Pérez Guardado cuñado del senador Monreal y Jorge Antonio Monreal Martínez, primo de los hermanos Monreal, sucesos en los que el Clan de Puebla del Palmar por única vez ha mostrado indignación y dolor ante los asesinatos, que contrasta con su verdadero rostro de la indolencia, incluso, cinismo ante asesinatos, secuestros, desapariciones forzadas de mujeres, violaciones y feminicidios perpetrados en Zacatecas.

Sin excepción, todos, absolutamente todos los “cuadros” por llamarlos de alguna forma, del establo (término pugilístico) de Ricardo Monreal como Rodrigo Reyes Muguersa, tienen el sello de la casa: jóvenes, e ineptos, ya no digamos los integrantes del Clan, que no se han caracterizado precisamente por su honestidad y capacidades, sino por haber convertido la administración pública en una jugosa bolsa… de trabajo para todos sus integrantes.

Como padre de familia ni un voto a los Monreal