Para nadie es un secreto la animadversión de militares y marinos de alto rango con el presidente electo, y futuro comandante “supremo”, producto de sus juicios a bote pronto del Ejército, responsabilizándolo de la masacre del 68, la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y la desaparición del Estado Mayor Presidencial, endosándole el calificativo de caro e innecesario.

Pues bien, en un magno evento organizado por los secretarios del Ejercito y Marina Armada para distinguir al presidente Enrique Peña Nieto con la máxima condecoración de las fuerzas armadas, el almirante y secretario de Marina Vidal Francisco Soberón Sanz, se dirigió a presidente de la siguiente forma: Enhorabuena señor presidente, difícilmente tendremos un comandante como lo es usted  (…)

En las instalaciones del Campo Militar 1 de la Ciudad de México, Soberón Sanz indicó que gracias a la visión estratégica del Primer Mandatario se benefició la promoción, prevención y atención de la salud y la estabilidad y seguridad de la gran familia militar y naval”.

En su oportunidad, el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, dijo que en nombre de las y los 200 mil mujeres y hombres integrantes del Ejército y Fuerza Aérea, “le reconocemos su visión de Estado y compromiso”.

Dejó claro que en su conjunto le habrán de acompañar en su elevada responsabilidad hasta el último día de su mandato.

Con estos mensajes López Obrador deberá saber que su Presidencia pende de delgados hilos a mano de las fuerzas armadas, las que a pesar que se distingue por su institucionalidad y lealtad a la investidura presidencial, los reiterativos agravios de El Peje a las instituciones podrá convertirse en un severo problema de un golpe de Estado.

Peje, con los militares y marinos se juega…