Después de aquella llamada telefónica de Ricardo Monreal a su hermano David, en la que le reclamó y con justa razón, haberse tirado a la hamaca en plena campaña electoral en la que se disputó la gubernatura del Gobierno de Zacatecas, misma que perdió a manos del PRI y su candidato Alejandro Tello, hoy la comodina oveja del clan Monreal, anda con todo en franca campaña hacia el 2021.

Obviamente y como siempre, el PRI reaccionó tarde. Su dirigente Gustavo Góngora Uribe en entrevista, se quejó que David Monreal ande haciendo campaña abiertamente, para ahora sí alcanzar la gubernatura de su estado, la que por cierto, en el 2010 cedió sin problema alguno a Miguel Alejandro Alonso Reyes.

La queja del aún dirigente priísta, derivó en una burda operación al interior de la LXIII Legislatura, para que se emitiera un “exhorto” (llamadas a misa), en la que se le conminó a que no siga haciendo campaña electoral anticipada, lejana aún de los tiempos oficiales señalados por la ley electoral vigente, y se conduzca con apego a la legalidad.

Qué increíble ingenuidad y desfachatez de un priísmo acotado, manco, miope, doméstico, pero sobre todo carente de la obligada memoria, que le recuerde que si alguien ha hecho campañas con ventaja, con recursos públicos, con cinismo, sin rubor, han sido precisamente los otrora invencibles candidatos del Partido Revolucionario Institucional.

Resulta evidente que el coordinador ganadero del Gobierno de México y digno representante de la Transformación de Cuarta, hace profusa campaña con recursos públicos y en demasía, como jamás lo imaginó, además de contar con un ejército de “operadores” (léase empleados), dirigidos y con cientos de millones de pesos aún sin justificar por Verónica Díaz, su cuñada, y mal llamada súperdelegada, la que finalmente terminó en el papel de asistente personal del candidato.

Mal por David Monreal, quien imita y mal por cierto al presidente López, en materia de ironía y sorna, de todo aquello que nos remonta a los tiempos de la dictadura perfecta del PRI, según Mario Vargas Llosa.

Ahora Monreal Ávila hace gala de lo aprendido en el partido que le vio nacer, el PRI, y por supuesto no le gusta a una oposición mermada, alicaída, indignada y en ocasiones ocurrente, más preocupada por sobrevivir y evitar la extensión de tan noble negocio que significa seguir viviendo del erario, que en enfrentar política y legalmente al inminente candidato de Morena elegido por el dedo del Tlatoani mayor.

Más priísta que ninguno…

Jorge Miranda, factor de equilibrio del Gobierno de Zacatecas 

Es justo reconocer que el secretario de Finanzas del Gobierno de Zacatecas, al paso de casi tres años al frente de la estratégica dependencia, se ha, lo han, convertido en bombero, secretario de Gobierno, gestor, negociador, y todo lo que se les pueda ocurrir al Gobierno Diferente. 

A la llegada de Fabiola Torres y posteriormente Jehú Salas, a la Secretaría General de Gobierno, el 90% del conflictos terminaron en la mesa  de la Secretaría de Finanzas para su solución, ante la incompetencia e incapacidad de sus titulares.

De igual manera, el duro trazo de una política financiera, ha permitido sobrevivir a un gobierno endeudado por el antecesor de Alejandro Tello, que de no ser así, ya habría bajado la cortina en deterioro de mas de 1.3 millones de zacatecanos.

Aún más, semana a semana se traslada a la Ciudad de Mexico en calidad de limosnero (literal), para gestionar millones y millones de pesos para solventar el añejo problema de la nómina magisterial, así como de recursos extraordinarios para solventar compromisos contraídos en la agenda del Gobierno de Zacatecas.

Y no podemos dejar pasar el controvertido impuesto ecológico, que pretende que las empresas mineras salgan al paso de la megadeuda heredada por la administración de Miguel Alonso, impuesto que a la fecha sigue y seguirá en stand by, mientras no baje la temperatura del horno con aroma electoral. 

Mientras tanto, el resto del gabinete nada de a muertito…

Nota: Este despacho regresa el próximo lunes 8 de abril.